El episodio lo dio a conocer la Oficina de Prensa del Vaticano con un comunicado poco antes de las 13 (hora local): "Esta mañana, debido a una caída en la casa de Santa Marta, el papa Francisco sufrió una contusión en el antebrazo derecho, sin fracturas. El brazo quedó inmovilizado como medida de precaución". La última caída del Papa, afortunadamente no grave, se produjo poco más de un mes después de la del 6 de diciembre, también en Santa Marta, que le dejó un gran hematoma entre el cuello y la mejilla del lado derecho de la cara.
Interrogado por los periodistas, el portavoz vaticano, Matteo Bruni, explicó que "el hematoma es fruto de una contusión" y que el Papa "se golpeó la barbilla contra la mesa de noche".
Francisco, sin embargo, mantuvo su agenda esta mañana, llevando a cabo las distintas audiencias previstas.
Se presentaba a sus citas con un pañuelo blanco atado alrededor del cuello a modo de cabestrillo, del que aún sobresalía su muñeca derecha, visiblemente hinchada. Por el momento, las condiciones de salud de Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, además de la conocida y creciente dificultad para caminar y permanecer de pie durante largos períodos de tiempo, no suscitan excesiva preocupación, aunque la reiteración de episodios como el de esta mañana plantean algunas incertidumbres sobre el futuro.
Mientras, sin embargo, Francisco confirmó todos sus compromisos, con su apretada agenda jubilar, a la que -según se supo hoy- se añadirá su participación el próximo domingo en el programa de Fabio Fazio "Che tempo che fa".
Se trata de la segunda vez que el Pontífice es entrevistado por el famoso presentador, un año después de la conexión del 15 de enero de 2024.
Por otra parte, el Papa aún no se ha pronunciado sobre el acuerdo entre Israel y Hamás para el alto el fuego en Gaza, un tema sobre el que lanzó innumerables llamamientos desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, al recibir en el Vaticano a la delegación albanesa de la Comunidad Bektashi de Tirana (una hermandad islámica sufí de origen chiíta), afirmó que "en estos tiempos difíciles, todos estamos llamados a rechazar la lógica de la violencia y de la discordia, para abrazar aquella del encuentro, de amistad y de colaboración en la búsqueda del bien común".
"A pesar de los desafíos del presente", añadió Francisco, "el diálogo interreligioso tiene un papel único en la construcción de un futuro de reconciliación, justicia y paz que los pueblos del mundo, y especialmente los jóvenes, desean tan ardientemente".
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