"Inspirándome en este año jubilar, hago un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe en favor de la condonación de la deuda externa, reconociendo la existencia de una deuda ecológica entre el Norte y el Sur. Es un llamamiento a la solidaridad, pero sobre todo a la justicia", dice el Papa.
"No me canso de repetir que la deuda externa se ha convertido en un instrumento de control, a través del cual algunos gobiernos e instituciones financieras privadas de los países más ricos no tienen reparos en explotar indiscriminadamente los recursos humanos y naturales de los países más pobres, para satisfacer las necesidades de sus propios mercados", sostiene.
Además, varias poblaciones, ya agobiadas por la deuda internacional, se ven obligadas a soportar también el peso de la deuda ecológica de los países más desarrollados", lamenta.
"La deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de la misma moneda, de esta lógica de explotación, que culmina en la crisis de la deuda", añade.
Francisco dice retomar "el llamamiento hecho por san Juan Pablo II con ocasión del Jubileo del año 2000, para pensar en una "reducción sustancial, si no en la condonación pura y simple, de la deuda internacional, que pesa sobre el destino de muchas naciones".
Según el Papa, "reconociendo la deuda ecológica, los países más prósperos deberían sentirse llamados a hacer todo lo posible para perdonar las deudas de los países que no están en condiciones de reembolsar lo que deben".
"Por supuesto, para que esto no sea un acto aislado de caridad, que luego corre el riesgo de desencadenar de nuevo un círculo vicioso financiación-deuda, necesitamos, al mismo tiempo, el desarrollo de una nueva arquitectura financiera, que conduzca a la creación de una carta financiera mundial, basada en la solidaridad y la armonía entre los pueblos", explica.
"También me atrevo a lanzar otro llamamiento, recordando a san Pablo VI y a Benedicto XVI, para las jóvenes generaciones, en este tiempo marcado por las guerras: destinemos al menos un porcentaje fijo del dinero utilizado en armamento a la creación de un Fondo Mundial que elimine definitivamente el hambre y facilite actividades educativas en los países más pobres, orientadas a promover el desarrollo sostenible y a combatir el cambio climático", agrega.
"Debemos tratar de eliminar cualquier pretexto que pueda llevar a los jóvenes a imaginar su futuro sin esperanza, o como una expectativa de vengar la sangre de los seres queridos. El futuro es un don para ir más allá de los errores del pasado, para construir nuevos caminos de paz", observa Francisco en su mensaje El Pontífice destaca que "el Jubileo es un acontecimiento que nos impulsa a buscar la justicia liberadora de Dios en toda la tierra. Quisiéramos escuchar el grito desesperado de socorro que, como la voz de la sangre de Abel el Justo, se eleva desde muchas partes de la tierra y que Dios nunca deja de escuchar".
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