Son fuertes las recomendaciones que el Papa Francisco hizo al clero durante el encuentro con los obispos, sacerdotes, laicos consagrados y catequistas de Timor Este en la Catedral de Dili.
En particular, les dijo a los sacerdotes: "He sabido que el pueblo se dirige a ustedes con mucho afecto llamándolos 'Amu', que aquí es el título más importante, significa 'señor' - dijo el Papa en su discurso en español -. Pero, esto no debe hacerlos sentir superiores al pueblo".
"Ustedes vienen del pueblo, nacieron de mujeres del pueblo, no olviden la cultura del pueblo del que provienen. No son superiores y nada debe inducirles a la tentación de la soberbia y del poder", les recordó.
Francisco recuerda que "mi abuela decía 'el diablo siempre entra por los bolsillos'. No deben pensar en su ministerio como un prestigio social, actuar como jefes que aplastan a los demás".
"El sacerdote es un instrumento de bendición - observa -: nunca debe aprovecharse del rol, siempre debe bendecir, consolar, ser ministro de compasión y signo de la misericordia de Dios. Quizás el signo de todo esto es el sacerdote pobre: amen la pobreza como si fuera su esposa".
El Pontífice se dice "feliz" de encontrarse en "un país 'en los confines del mundo'. Y - diría - precisamente porque está en los confines, se encuentra en el centro del Evangelio. ¡Una Iglesia que no tiene esta capacidad de ir a las periferias, que se esconde en el centro, es una Iglesia enferma!".
Para Francisco, "en el corazón de Cristo las periferias de la existencia son el centro: el Evangelio está poblado de personas, figuras e historias que están en los márgenes, en los confines, pero son convocadas por Jesús y se convierten en protagonistas de la esperanza que Él vino a traer".
El Papa también recomienda "no descuidar el estudio de la doctrina cristiana, madurar en la formación espiritual, catequética y teológica; porque todo esto sirve para anunciar el Evangelio en su cultura y, al mismo tiempo, purificarla de formas y tradiciones arcaicas y a veces supersticiosas".
"Si una Iglesia es incapaz de inculturar la fe en la cultura local, será una Iglesia elitista, que no tiene futuro", advierte.
Y "también su país, arraigado en una larga historia cristiana" -con el 98% de la población, Timor Este es el país con el mayor porcentaje de católicos en el mundo-, "necesita hoy un renovado ímpetu en la evangelización, para que todos sientan el aroma del Evangelio", anima Francisco: "un aroma de reconciliación y paz después de los años sufridos de guerra; un aroma de compasión, que ayude a los pobres a levantarse y despierte el compromiso para mejorar las condiciones económicas y sociales del país; un aroma de justicia contra la corrupción".
"Y tengan cuidado - advierte -: muchas veces la corrupción puede entrar en nuestras comunidades, en nuestras parroquias".
Para el Papa, en particular, "el aroma del Evangelio debe difundirse contra todo lo que humilla, desfigura e incluso destruye la vida humana, contra aquellas llagas que generan vacío interior y sufrimiento como el alcoholismo, la violencia, la falta de respeto por la dignidad de las mujeres".
"Y el mensaje que ustedes religiosas dan frente al fenómeno de la falta de respeto hacia las mujeres es que las mujeres son lo más importante en la Iglesia - añade, dirigiéndose a las consagradas presentes, recordando la visita matutina a niños discapacitados asistidos por las hermanas -, porque cuidan de quienes más lo necesitan: los cuidan, los acompañan".
Por la tarde, el gran baño de multitudes de Francisco, la misa en la explanada de Taci Tolu, junto al mar, frente a 600 mil personas - casi la mitad de la población total de Timor Este -, donde también celebró misa en 1989 el Papa Juan Pablo II, cuando Timor Este aún era una provincia indonesia.
Entre algunos desmayos por el calor excesivo, la gran mayoría de los presentes está en la flor de la vida, en un país "joven" - dice el Pontífice en la homilía -, "en el que en cada rincón se siente latir, explotar la vida".
Mañana Francisco se trasladará a Singapur, cuarta y última etapa de su largo, emotivo y en ocasiones arrollador tour por el sudeste asiático y Oceanía, que ahora se aproxima a su fase final.
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