Su condena terminará en mayo de 2028, pues no logró convencer a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal número 1 de Morón (periferia oeste de Buenos Aires) y su pedido fue rechazado en forma unánime.
Grassi habló al tribunal desde una oficina del penal de Campana, donde cumple su condena. "La audiencia fue más contundente de lo pensado. Grassi mintió, se declaró inocente y dijo que no tenía nada de que arrepentirse", sostuvo el abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego, en declaraciones a La Nación+.
"Hoy vimos en vivo a un monstruo. Ya lo dijeron los peritajes. Se comprobó que es la misma persona que dice ser la agraviada, la que su palabra es la única que vale. En 2028 la Argentina va a tener que debatir si hay lugar para liberar a un monstruo y bajo qué condiciones, aun cuando cumpla la pena", sostuvo Gallego Grassi fue el protagonista del caso más emblemático de abusos sexuales cometidos por un sacerdote en la Argentina.
Es que era un famoso sacerdote, hace 22 años cuando estalló el caso, y las denuncias tuvieron un enorme impacto en la sociedad por la triple situación de la gravedad de los delitos, su condición religiosa y la obra de asistencia a menores que realizaba la Fundación Felices los Niños, que él creó.
El caso desató un intenso debate dentro de la Iglesia sobre si era o no culpable y cómo había que resolver su situación eclesiástica.
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