El Vaticano se vuelve cada vez más "verde", también para responder a las indicaciones del papa Francisco sobre el respeto a la "casa común" contenidas en la encíclica "Laudato si".
Entre los puntos fuertes "está la racionalización del uso de la electricidad, también mediante la creación de sistemas fotovoltaicos que se instalarán como cubierta en el ingreso de los Museos Vaticanos y en los almacenes de la zona de Vignaccia".
Así lo anunció Salvatore Farina, exjefe del Estado Mayor del Ejército italiano, designado por Francisco como director de la Dirección de Infraestructuras y Servicios de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano desde el pasado 15 de febrero.
Farina aseveró que, luego, se procederá a "la construcción de sistemas para la carga eléctrica de los vehículos estatales y de los empleados. Actualmente ya se instalaron 35 estaciones de carga".
La reconversión del Estado más pequeño del mundo hacia un entorno cada vez más sostenible comenzó hace algún tiempo.
Además, hace más de quince años que existe en el centro de Roma el sistema fotovoltaico más impresionante, compuesto por 2.500 paneles solares que cubren el techo de la Sala Nervi, la que decepciona los principales eventos interiores del Vaticano, empezando por las audiencias generales del Pontífice.
"Se trata de un punto de inflexión ético, cultural y técnico de particular importancia que intentamos perseguir con diversos proyectos concretos", explicó el jefe de la Dirección de Infraestructuras.
Paneles solares, lámparas LED en la basílica y en la plaza de San Pedro, estaciones de carga para coches eléctricos, aunque también se pretende ahorrar papel mediante un mayor uso de la digitalización en la gestión documental.
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