Desde el inicio de la guerra ha habido muchos gestos de cercanía y solidaridad: desde la compra de grupos electrógenos hasta el envío de alimentos, camisetas térmicas y mantas.
A raíz de lo ocurrido en el pasado, el pasado sábado Francisco envió al país medicamentos de primeros auxilios, destinados principalmente a los heridos de guerra, por valor de cien mil euros, fruto de una importante donación recibida por la Caridad Apostólica, a través de una embajada en la Santa Sede.
Así lo informó Vatican News. Una manera de estar cerca de un pueblo en grandes dificultades, puesto a prueba por más de dos años de conflicto.
La atención a los marginados es la misión que el Papa ha confiado al Dicasterio para el Servicio de la Caridad y por eso, durante esta semana, se activa en el Vaticano un servicio de control sanitario para quienes trabajan en la calle. Se trata de unas 50 personas que no tienen acceso al Sistema Nacional de Salud y que, en muchos casos, no saben que pueden correr riesgo tanto para ellos como para los demás.
La atención se centra también en la prevención, en particular para las mujeres que viven en los márgenes, sin asistencia sanitaria y habitualmente seguidas por la clínica "Madre di Misericordia" y el Dispensario de Santa Marta.
El pasado 18 de abril, un vehículo móvil de Komen Italia, asociación que se ocupa de la prevención y la lucha contra el cáncer de mama y que siempre ha trabajado en sinergia con la Fundación Policlínico Universitario Agostino Gemelli IRCCS y Gemelli Isola, dio la oportunidad a unas cuarenta mujeres pobres de aprovechar las pruebas diagnósticas para la prevención del cáncer de mama como la mamografía y la ecografía mamaria.
La experiencia, que tiene una duración cada dos meses, también se repetirá en junio. Para la tarjeta. Konrad Krajewski, limosnero del Papa, las iniciativas implementadas son el signo de un Evangelio que se hace cercano, que mira a quien sufre sin mirar jamás hacia otro lado.
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