El papa Francisco realizó hoy una profunda reflexión sobre el valor de la vida y la protección del planeta, y también acerca de la necesidad de terminar con las lógicas de inversión destructiva, como, por ejemplo, la fabricación de armas, en ocasión de una audiencia con el Movimiento Scout Católico Italiano de Adultos (MASCI), que este año cumple 70 años.
Un aniversario en el que era deseada la audiencia de esta mañana con el Pontífice, celebrada con el lema "Más vida a la vida" y con tres proyectos que "tocan valores importantes": la donación de una cuna térmica al Centro de Acogida y Primeros Auxilios de Lampedusa ; la construcción de un taller de carpintería náutica en Zambia; la plantación de un bosque en Argenta, en Romaña. En esta "época de dramática disminución de la natalidad", los hombres parecen "haber perdido el gusto por engendrar y cuidar de los demás, y tal vez incluso el gusto por vivir", la cuna donada a Lampedusa recuerda "el amor por la vida que nació", observó el Papa.
"La alegría por un niño que sale a la luz, el compromiso para que crezca bien, la expectativa y la esperanza de lo que puede llegar a ser".
Y nuevamente "la cuna nos habla de familia, nido acogedor y seguro para los pequeños, comunidad fundada en la gratuidad del amor", y también "de la atención a la vida en cada fase, especialmente cuando el paso de los años o las dificultades del viaje hacen a la persona más vulnerable y necesitada".
Para el Pontífice, la donación al Centro de primeros auxilios y acogida de la isla siciliana es, por tanto, significativa: "El amor a la vida es siempre abierto y universal, deseoso del bien de todos, independientemente del origen o de cualquier otra condición".
Hoy "se habla mucho -tal vez demasiado- de la fabricación de armas para hacer la guerra" y de "las inversiones que dan "la mayor parte de los ingresos" son las fábricas de armas, de "invertir para destruir; ganar con destrucción".
Pero "nuestra vocación nos remite a la vocación fundamental del hombre de transformar los dones de Dios no en medios de muerte, sino en instrumentos de bien, en el compromiso común de construir una sociedad justa y pacífica, donde a todos se les brinde la posibilidad de una vida digna. La dignidad de la vida trabajando por la dignidad de la vida", afirmó. Por último, el bosque, tercer proyecto de Masci, diseñado en memoria de Don Giovanni Minzoni, es el punto de partida para que el Papa inste a "la responsabilidad por la casa común, que el Creador ha confiado en nuestras manos" y oriente el pensamiento hacia una ecología integral.
"El respeto, el amor y el contacto directo con la naturaleza son características peculiares del Movimiento Scout, desde sus orígenes".
"Y son valores que tanto necesitamos hoy, cuando nos encontramos cada vez más impotentes ante las consecuencias de una explotación irresponsable y miope del planeta, nosotros prisioneros de estilos de vida y comportamientos igualmente egoístas y sordos a cualquier llamamiento de sentido común, ya que son trágicamente autodestructivos, comportamientos insensibles al grito de una tierra herida, así como a la voz de tantos hermanos y hermanas injustamente marginados y excluidos de una distribución equitativa de los bienes", completó.
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