(ANSA) BUENOS AIRES - El presidente Javier Milei le envió hoy una carta al papa Francisco para invitarlo a que visite la Argentina, en lo que sería la primera visita al país desde que fue ungido pontífice, en 2013.
"Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina", dice la misiva difundida esta mañana.
"Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a la Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto", afirma Milei en la carta.
En la misiva, el presidente afirma haberse inspirado en los consejos de Francisco de actuar con "sabiduría y coraje" para impulsar el severo ajuste que ha presentado ante el Congreso y que tanta resistencia está encontrando.
"Teniendo presente su consejo de tener la sabiduría y el coraje necesarios, en mis primeras semanas de gobierno he procedido a proponer una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que la República Argentina hace décadas", afirma el presidente.
Milei asegura saber "que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia católica, cuya acción en campo social es invaluable".
El mandatario ultraliberal defiende la profundidad del ajuste que impulsa: "los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor como la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas".
Más tarde, durante una entrevista con Radio La Red, Milei fue consultado sobre si creía que Francisco iba a viajar al país: "Imagino que tiene una agenda ligeramente más complicada que la que tengo yo. Esperemos que efectivamente pueda venir", respondió.
"Creo que siendo el pueblo argentino un pueblo católico, va a generar mucha expectativa y esperanza, y sobre todo, buscar cerrar algunas diferencias que verdaderamente no tienen sentido", aseguró el mandatario.
Durante la campaña electoral, el presidente tuvo palabras muy duras hacia el Papa, a quien llegó a insultar y llamar"el representante del maligno en la Tierra", un "jesuita que promueve el comunismo" y un "personaje impresentable y nefasto".
Sin embargo, luego pidió disculpas y después de haber sido electo recibió un llamado del Papa Francisco, que en diciembre relativizó los ataques del libertario como "cosas en broma que se dicen en campaña".
La invitación al Papa llega cuando Milei enfrenta serias dificultades para impulsar sus proyectos en el Congreso y crece la resistencia de sectores sindicales y políticos.
A continuación, el contenido de la carta, fechada el 8 de enero: "Agradezco su muy significativo llamado telefónico del 22 de noviembre, luego de mi elección como Presidente. Valoro sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos.
En lo personal, sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias.
También aprovecho esta oportunidad para agradecerle la participación de la Santa Sede en la ceremonia de mi asunción como Presidente de la Nación el pasado 10 de diciembre al enviar como su Representante al Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Alberto Ortega Martin.
Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor como la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas.
Teniendo presente su consejo de tener la sabiduría y el coraje necesarios, en mis primeras semanas de gobierno he procedido a proponer una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que la República Argentina hace décadas.
Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia católica, cuya acción en campo social es invaluable.
Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto. Como Presidente de la Nación Argentina, considero que su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos.
Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina.
Sé que el tiempo es escaso. Aún así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero a Su Santidad las seguridades de mi más alta consideración y respeto por su persona".
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