El papa Francisco recordó hoy, en el Angelus, que "hace setenta y cinco años, el 10 de diciembre de 1948, se firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos, un camino principal en el que se han dado muchos pasos adelante".
"Pero aún faltan muchos y lamentablemente a veces retrocedemos. El compromiso con los derechos humanos nunca ha terminado. En este sentido, estoy cerca de todos aquellos que, sin proclamas, en la vida cotidiana concreta, luchan y hablan personalmente para defender los derechos de los que no cuentan", agregó el pontífice.
Luego el Pontífice renovó su llamamiento por la paz, pidiendo seguir "orando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra".
"Nos acercamos a la Navidad: ¿podremos, con la ayuda de Dios, dar pasos concretos hacia la paz?", preguntó.
"Sabemos que no es fácil. Ciertos conflictos tienen profundas raíces históricas, pero también contamos con el testimonio de hombres y mujeres que han trabajado con sabiduría y paciencia por la coexistencia pacífica. Sigamos su ejemplo y hagamos todo lo posible para abordar y eliminar las causas de conflictos", exhortó.
"Y mientras tanto, hablando de derechos humanos - agregó- hay que proteger a los civiles, los hospitales, los lugares de culto, liberar a los rehenes y garantizar las ayudas humanitarias".
"No olvidemos a la atormentada Ucrania, Palestina e Israel", pidió el Papa.
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