En línea con persistir en buscar abrir caminos de diálogos para el conflicto entre Israel y Palestina, el papa Francisco dialogó ayer con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas.
Según fuentes de la ANP, la llamada telefónica se refería a "los últimos acontecimientos en Palestina, Gaza, Cisjordania y Jerusalén", mientras el el Pontífice también expresó "tristeza por las víctimas civiles".
Abbas agradeció al papa Francisco sus esfuerzos para consolidar la paz en la región y destacó la importancia de que el Vaticano siga pidiendo un alto el fuego.
De hecho, los esfuerzos para encontrar un camino hacia la paz no han cesado desde el pasado 7 de octubre y a todos los niveles: la Secretaría de Estado está ocupada pero, sobre todo, la acción diplomática está en marcha sobre el terreno por parte del Patriarcado Latino de Jerusalén, encabezado por el cardenal Pierbattista Pizzaballa.
Un papel protagonista también lo desempeñan los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa: en efecto, el cardenal Pizzaballa se reunió con el ministro del Interior israelí, Moshe Arbel, a principios de esta semana.
La noticia, confirmada por fuentes de la Iglesia local, fue publicada por el Jerusalem Post.
En esta reunión se pidió al cardenal mediar, incluso con otros líderes religiosos y con la participación del papa Francisco, para la liberación de los rehenes.
Mientras, el Vaticano confirmó hoy el viaje anunciado del Papa a Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, del 1 al 3 de diciembre.
Se trata de la tercera visita del papa Francisco a la Península Arábiga, tras la de Abu Dabi en 2019, y la de Bahréin el año pasado, tiene como objetivo la participación en la COP28, la primera vez de un Pontífice en la Conferencia sobre el Clima.
Pero está claro que Francisco sigue buscando contactos con ese mundo que puedan desempeñar un papel importante para calmar la guerra en Medio Oriente, que corre el riesgo de extenderse aún más.
Por último, el Papa no deja mostrar su cercanía a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, a la que llama todos los días, si las conexiones lo permiten.
"El Papa es el único que escucha nuestra voz, la voz de las víctimas, de quienes sufren esta guerra insostenible y absurda", dijo sor Nabila Saleh.
El heroico vicario párroco Iusuf Asad, cada día, en cuanto tiene acceso a Internet, intenta en la medida de lo posible tranquilizar a todos, a través de las redes sociales, con un simple mensaje: "Gracias a Dios estamos todos bien".
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