El Vaticano se ofrece para mediar por rehenes y población civil

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO - "La liberación de los rehenes israelíes y la protección de la vida de los inocentes en Gaza están en el centro del problema creado por el ataque de Hamás y la respuesta del ejército israelí", afirmó hoy el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, en una entrevista con los medios de la Santa Sede.
    Esas cuestiones "están en el centro de las preocupaciones de todos nosotros, del Papa y de toda la comunidad internacional", agregó el purpurado.
    "La Santa Sede está dispuesta, como siempre, a cualquier mediación necesaria. Mientras tanto, desea hablar con los organismos cuyos canales ya están abiertos", agregó Parolin.
    La condena de la Santa Sede a lo hecho por Hamás es "total", pero el Vaticano espera que la autodefensa de Israel respete los criterios de proporcionalidad, explicó el cardenal secretario de Estado.
    "El ataque terrorista llevado a cabo por Hamás y otras milicias el pasado sábado contra miles de israelíes que se disponían a celebrar el día de Simjat Torá, al final de la semana de la fiesta de Sucot, es inhumano", dijo.
    "La Santa Sede -subrayó el cardenal Parolin- expresa su total y firme condena. Además, estamos preocupados por los hombres, mujeres, niños y ancianos que son rehenes en Gaza.
    Expresamos nuestra cercanía a las familias afectadas, en su gran mayoría judías, rezamos por ellas, por los que aún están en estado de shock, por los heridos".
    Para el cardenal secretario de Estado, "es necesario recuperar el sentido de la razón, abandonar la lógica ciega del odio y rechazar la violencia como solución.
    "Quien es agredido tiene derecho a defenderse, pero incluso la legítima defensa debe respetar el parámetro de la proporcionalidad", advierte.
    Parolin, en nombre de la Santa Sede, renueva el llamamiento del Papa Francisco: "Es justo que los rehenes sean devueltos inmediatamente, incluso los que están en poder de Hamás desde los pasados conflictos: en este sentido renuevo con fuerza el vibrante llamamiento lanzado y repetido por el Santo Padre Francisco en los últimos días".
    Por otra parte, advierte que "es justo que, en legítima defensa, Israel no ponga en peligro a los civiles palestinos que viven en Gaza. Es justo, indispensable diría yo, que en este conflicto, como en cualquier otro, se respete plenamente el derecho humanitario".
    Parolin sostiene: "No sé qué margen de diálogo puede haber entre Israel y la milicia de Hamás, pero si lo hay, y esperamos que lo haya, debe buscarse inmediatamente y sin demora. Esto para evitar más derramamiento de sangre, como está ocurriendo en Gaza, donde hay muchas víctimas civiles inocentes como consecuencia de los ataques del ejército israelí".
    El conflicto, dice el cardenal Parolin, "debe, sin embargo, tener en cuenta una serie de elementos que hacen que la cuestión sea muy compleja y articulada, como la cuestión de los asentamientos israelíes, la seguridad y el nudo de la ciudad de Jerusalén".
    "Se puede encontrar una solución en el diálogo directo entre palestinos e israelíes, alentado y apoyado por la comunidad internacional, aunque ahora todo será más difícil".
    La Santa Sede espera una paz en Oriente Medio basada en la justicia y confirma su apoyo a la solución de dos Estados para Israel y Palestina.
    "La paz solo puede basarse en la justicia", afirma Parolin.
    "Me parece que la mayor justicia posible en Tierra Santa, subraya, es la solución de los dos Estados, que permitiría a palestinos e israelíes vivir uno al lado del otro, en paz y seguridad, satisfaciendo las aspiraciones de la mayoría de ellos".
    "Esta solución, prevista por la comunidad internacional, últimamente ha parecido a algunos, tanto de un lado como del otro, que ya no es factible. Para otros, nunca lo fue. La Santa Sede está convencida de lo contrario y sigue apoyándola", agrega.
    Finalmente, el cardenal Parolin destaca que "los cristianos son parte esencial de la tierra donde Jesús nació, vivió, murió y resucitó. Nadie puede pensar en Palestina o Israel sin la presencia cristiana, que ha estado allí desde el principio y estará allí para siempre".
    "Ahora la pequeña comunidad católica de Gaza, unos 150 fieles, está sufriendo mucho. Y cuando sufre un miembro, sufre toda la Iglesia, así que sufrimos todos. Sabemos que se han reunido en la parroquia. El párroco no ha podido regresar y permanece en Belén. Todo está quieto, paralizado, como presa del miedo y la rabia. Rezamos por los israelíes, rezamos por los palestinos, rezamos por los cristianos, los judíos y los musulmanes". (ANSA).