Pizzaballa expresó así su dolor y angustia por lo que está ocurriendo en Medio Oriente.
"Solo conseguí volver anoche y además de forma bastante brusca, con la ayuda de las autoridades civiles y militares, tanto israelíes como jordanas, porque entré por Jordania.
Encontré un país asustado, estupefacto ante lo que está ocurriendo. Ciertamente, esperaba un aumento de la violencia, pero desde luego no en estas formas, hasta este punto y con esta brutalidad", comentó el Patriarca a Vatican News.
"También encontré mucha rabia y mucha expectación por escuchar una palabra de guía, de consuelo y también de claridad sobre lo que está ocurriendo. En resumen, encontré un país que ha cambiado mucho y de forma inmediata", agregó.
El Cardenal luego reconoció que "desgraciadamente, fui un profeta fácil. La escalada del conflicto estaba ahí para que todos la vieran. Pero nadie había previsto una explosión de tal violencia, dimensiones y brutalidad".
"Sin embargo, esto pone sobre la mesa una cuestión que se había dejado de lado: la cuestión palestina, que tal vez algunos pensaban que estaba archivada. Mientras la cuestión palestina, la libertad, la dignidad y el futuro de los palestinos no se tengan en cuenta en las formas necesarias hoy, las perspectivas de paz entre Israel y Palestina será cada vez más difícil", añadió.
Según el nuevo cardenal, primer residente en Jerusalén, "ciertamente es muy difícil hacer predicciones en este momento.
Está claro que no estamos en una operación militar, sino en una guerra declarada. Y me temo que será una guerra muy larga.
Probablemente, la respuesta israelí no se limitará a bombardeos, sino que habrá una operación terrestre".
"Está claro que de repente hemos entrado en una nueva fase en la vida de este país y en las relaciones entre Israel y Palestina. Si podemos hablar de relaciones", opinó.
Para Pizzaballa, "la comunidad internacional debe empezar a mirar Medio Oriente y la cuestión palestino-israelí con más atención de la que ha mostrado hasta ahora. Y debe trabajar muy duro para calmar la situación, para llevar a las partes a la razonabilidad a través de mediaciones no necesariamente públicas, porque aquellas públicas no funcionan nunca.
Necesitamos del apoyo, de condenar todas las formas de violencia, de aislar a los violentos y de trabajar incesantemente por un alto el fuego. Porque mientras las armas hablen no será posible escucha las otras voces".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA