(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 05 OTT - En el juicio en el
Vaticano sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de
Estado y sobre la venta del Palacio de Londres, las audiencias
dedicadas a los alegatos comenzaron hoy y se prolongarán hasta
el próximo 6 de diciembre, antes de que se dicte sentencia.
Los primeros en intervenir, en la 71ra audiencia del
proceso, fueron la defensa de los acusados ;;René Bruelhart y
Tommaso Di Ruzza, respectivamente ex presidente y ex director de
la AIF, la autoridad vaticana de inteligencia financiera, a la
que ambos pidieron para la total absolución de sus clientes,
acusados ;;de abuso de poder.
Mañana serán los defensores de la ex manager sarda, Cecilia
Marogna.
Los defensores de Bruelhart, los abogados Ugo y Filippo
Dinacci, intervinieron esta mañana.
El primero recordó que los ex dirigentes de la AIF están
acusados ;;de haber permitido la extorsión de la que se acusa al
corredor Gianluigi Torzi, con el cobro de 15 millones de euros
de la Secretaría de Estado para abandonar definitivamente el
edificio de Sloane Avenue.
Se los acusa también de no haber bloqueado el pago,
concediendo así a Torzi una "ventaja injusta", en perjuicio de
la Santa Sede.
Sin embargo, el abogado Ugo Dinacci subrayó que fue el
Papa quien confirmó a Bruelhart la necesidad de ayudar a la
Secretaría de Estado y que existe un principio de "colaboración
mutua" entre los distintos órganos de la Curia.
Filippo Dinacci señaló que "la acusación no parece
concluyente de hecho ni de derecho", precisamente porque las
instituciones de la Ciudad del Vaticano tienen la "obligación
legal" de "actuar con unidad de intenciones": "aquí se le
reprocha, paradójicamente, haber actuado con unidad operativa",
observó el abogado, y "la solicitud de sanción no tiene en
cuenta que Bruelhart intervino precisamente a petición de la
Secretaría de Estado".
Además, "ninguna emergencia demuestra que existiera una
relación entre Bruelhart y Torzi ni el deseo de fomentarla".
"Una persona que hizo mucho por el Vaticano ha sido juzgada
-dijo el abogado-. Sin René Bruelhart, el Vaticano todavía
estaría en la lista de países sin transparencia financiera".
Y es "una absoluta fantasía que Bruelhart actuara porque
estaba esperando que le renovaran el contrato".
Una de las conductas abusivas también habría sido la no
denuncia, pero "los implicados en el asunto trabajaron para
promover el interés público, no el privado".
"Cometieron abusos porque respondieron a una petición de
ayuda? Creo que los habrían cometido si no hubieran
intervenido", añadió Filippo Dinacci, que concluyó pidiendo la
absolución de Bruelhart principalmente porque el hecho no
existe, y en el alternativa porque el hecho no constituye
delito.
Por la tarde, los argumentos de los abogados Angela Valente
y Roberto Borgogno fueron similares también para su cliente Di
Ruzza.
El primero se centró en la actuación de la AIF ante la
solicitud de la Secretaría de Estado del préstamo de 150
millones de euros.
El segundo habló de "acusación sobreabundante e infundada",
de "falta de intención", de acusación "muy grave e improbable"
de haber actuado de mala fe para favorecer a terceros", cuando
"Di Ruzza construyó su vida al servicio de la Santa Sede,
importando y aplicando el procedimiento internacional contra el
blanqueo de dinero".
"¿Por qué debería distanciarse repentinamente de esta
actitud para favorecer, en detrimento de la Santa Sede, temas
que ni siquiera conocía?", se preguntó.
"Necesitamos hechos, necesitamos pruebas: invito a la
Procuraduría de Justicia a que nos diga exactamente de qué
debemos responder", concluyó Borgogno, antes de pedir "una
sentencia absolutoria para nuestro cliente con la fórmula más
amplia".
En la audiencia del pasado 26 de julio, el promotor de
justicia Diddi había pedido 3 años y 8 meses de prisión para
René Bruelhart, una inhabilitación temporal para ejercer cargos
públicos y una multa de 10.329 euros; para Tommaso Di Ruzza 4
años y 3 meses de prisión, inhabilitación temporal para ejercer
cargos públicos y multa de 9.600 euros. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA