(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 02 OTT - El Papa invita a
"dejar a un lado las pesadas ánforas de la autorreferencialidad
y de la costumbre, de las soluciones obvias y también de un
cierto pesimismo que el enemigo de Dios y del hombre siempre
intenta insinuar, especialmente en aquellos que han hecho de su
vida un don".
Lo dijo en la audiencia con las Hermanitas de Jesús.
Francisco subrayó la importancia de "cuidar de los demás,
dar a los necesitados sin esperar a que pidan: estos son los
signos del amor al Esposo, rasgos característicos de su cercanía
reflexiva a los últimos, en los que Él está presente".
Se trata, dijo el pontífice, de "una cercanía tan preciosa
en una sociedad como la nuestra, donde, a pesar de la abundancia
de medios, en lugar de multiplicar las buenas obras, los
corazones parecen endurecerse y cerrarse".
Dirigiéndose a las monjas, el Papa subrayó también que "el
camino de esconderse es el camino de Dios".
"Sigan cultivando esta vida oculta, es una poderosa profecía
para nuestro tiempo, contaminado por las apariencias", expresó.
"Parece que vivimos en una cultura del maquillaje. Todo el
mundo usa maquillaje, es normal que las mujeres lo hagan, pero
todo el mundo usa maquillaje para verse mejor de lo que son y
eso no es del Señor", sostuvo.
Francisco se refirió luego a los problemas de todas las
congregaciones religiosas: "Es cierto que hay momentos difíciles
y problemas graves que afrontar, como la falta de vocaciones, el
cierre de algunas casas, el aumento de la edad media de las
religiosas, pero es también cierto que, fieles a la inspiración
del hermano Carlo, ustedes son instrumentos preciosos para Dios
para sembrar pequeñas perlas de ternura evangélica en el mundo".
"Por favor sigan orando por mí, lo necesito, porque este
trabajo no es fácil, de hecho es un poco molesto", concluyó.
(ANSA).
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