El papa Francisco dijo hoy, en el Día Mundial del Migrante y del Refugiado, que "migrar debería ser una elección libre, nunca la única posible".
De hecho, hoy el derecho a migrar se ha convertido en una obligación para muchos, mientras que debería existir el derecho a no migrar, a permanecer en la propia tierra. Es necesario que a cada hombre y a cada mujer se le garantice la posibilidad de vivir una vida digna en la sociedad en la que se encuentra", sostuvo.
Sin embargo, el Pontífice recordó que "lamentablemente, la pobreza, la guerra y la crisis climática obligan a muchas personas a huir. Por eso todos estamos llamados a crear comunidades dispuestas y abiertas a acoger, promover, acompañar e integrar a quienes llaman a nuestras puertas", dijo, recordando el encuentro de Marsella que tuvo lugar precisamente sobre estos temas y agradeciendo "de manera especial a los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana que hacen todo lo posible para ayudar a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes".
Jorge Bergoglio también recordó esta jornada especial con un mensaje en X.
"Dejémonos conmover por la historia de tantos hermanos nuestros en dificultades, que tienen derecho a emigrar y a no emigrar, y no nos quedemos en la indiferencia", escribió.
"Las dificultades para acoger, proteger, promover e integrar a personas inesperadas están a la vista de todos - subraya además el Pontífice - pero el criterio principal no puede ser el mantenimiento del propio bienestar, sino la salvaguardia de la dignidad humana".
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