"El IOR no recibe ni invierte dinero de Rusia". El Instituto para las Obras de Religión, es decir el 'banco vaticano', "rechaza enérgicamente las acusaciones del asesor de que el IOR invierte dinero ruso".
Esa es la tajante la respuesta de la institución financiera Trans-Tevere a las declaraciones de Mykhailo Podolyak, principal asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelensky, quien en una entrevista con el Canal 24 de su país aludió a las inversiones rusas en el IOR. "Necesitamos observar las inversiones que Rusia está haciendo en el Banco del Vaticano, necesitamos analizar esto con un poco más de detalle", dijo Podolyak en la entrevista.
Pero el propio IOR lo niega rotundamente y argumenta sus razones: "Además de no corresponder a la verdad, tal actividad también sería imposible teniendo en cuenta las estrictas políticas del IOR y las sanciones internacionales que también se aplican al sector financiero", afirma hoy en una nota.
En primer lugar, en efecto, "el IOR no acepta como clientes a instituciones o personas físicas que no tengan una relación estrecha con la Santa Sede y la Iglesia católica. En segundo lugar, "el IOR es un intermediario financiero sujeto a supervisión, que opera a través de bancos corresponsales internacionales del más alto nivel y reputación impecable requerida para cumplir con los estándares internacionales".
"Las declaraciones en sentido contrario en la prensa no se basan en nada y, por lo tanto, deben considerarse como tales", añade el Instituto. Las acusaciones del asesor de Zelensky sobre las inversiones rusas en el IOR se devuelven al remitente, pero el Vaticano no ha reaccionado oficialmente a lo que dijo Podolyak sobre el Papa, para quien "no sería concebible ningún papel de mediador", siendo "prorruso, no creíble".
"No tiene sentido hablar de un mediador llamado Papa Francisco si adopta una posición prorrusa que es completamente obvia para todos", afirmó el asesor de Zelensky, siguiendo también el llamamiento del Pontífice a los jóvenes católicos rusos sobre el legado de la "gran madre Rusia", aunque Francisco aclaró más tarde que hablaba sólo "en un sentido cultural".
"El Vaticano no puede tener ninguna función de mediación, porque sería una función que engañaría a Ucrania o a la justicia", afirmó Podolyak, pareciendo poner fin a las ambiciones residuales de la Santa Sede de desempeñar un papel en la pacificación de Ucrania, a pesar de la misión del cardenal Matteo Zuppi aún está en marcha, y después de Kiev, Moscú y Washington espera partir hacia Una escala en Pekín.
Sin embargo, en esto intervino una personalidad muy cercana al Papa, el padre Antonio Spadaro, director de la Civiltá Cattolica. "No creo que exista actualmente un líder sobre la faz de la tierra que arremeta constantemente contra el imperialismo como el Papa Francisco -dijo en sus perfiles sociales-. Hay que entender una cosa: el Papa no es un político.
Es un pastor".
"Está claro que tiene una visión del mundo que, en resumen, es ésta, como él mismo la resumió: 'Seguimos gobernando el mundo como un 'tablero de ajedrez', donde los poderosos se mueven para extender su dominio a en detrimento de los demás", añadió Spadaro. Y amplió: "su idea sobre la guerra basada en los 'nuevos imperialismos' es igualmente clara. Francisco sigue definiendo la guerra de invasión contra Ucrania como 'agresión armada inaceptable', 'guerra repugnante', 'masacre sin sentido', 'invasión'. , 'barbarie', 'acto sacrílego'".
"Como pastor, Francisco actúa según el espíritu evangélico, que es el de la reconciliación, incluso contra toda esperanza visible durante esta guerra de agresión.
Malinterpretar tal o cual expresión suya (en discursos que son llamamientos al fin del conflicto) no tiene sentido, el miedo no sirve a la paz", concluyó.
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