"Alguien me preguntó acerca de mi viaje a Mongolia, un pueblo pequeño en una tierra grande. Mongolia parece no tener fin, y la gente es escasa. Nos hará bien entender este silencio, tan largo, tan grande", comentó el papa Francisco en vuelo hacia esa tierra.
"Nos hace bien entender no intelectualmente, sino con los sentidos. Será bueno escuchar algo de la música de Borodin, que supo expresar la grandeza de Mongolia", deslizó luego a los reporteros que lo acompañan en el periplo número 43 de su pontificado.
Francisco partió este jueves del aeropuerto de Fiumicino, en Roma, con destino a Mongolia, donde realizará el 43º viaje apostólico de su pontificado hasta el próximo 4 de septiembre. Este será el primer viaje de un Pontífice a Mongolia, una nación de más de 1,5 millones de kilómetros cuadrados y apenas 3 millones de habitantes, lo que la convierte en la menos densamente poblada del mundo. El país del este de Asia es mayoritariamente budista y tiene una población de menos de 50.000 cristianos, entre católicos, protestantes y ortodoxos.
El objetivo de Francisco es que su viaje sirva para abrazar una "Iglesia pequeña en número, pero viva en la fe y grande en la caridad". Según el líder de la Iglesia católica, el pueblo mongol es "noble, sabio y con una gran tradición religiosa".
El Santo Padre vuela en un Airbus A330, de la compañía aérea italiana ITA Airways, con cero impacto ambiental de CO2, con destino al aeropuerto internacional "Chinggis Khaan", en la capital de Mongolia, donde llegará hacia las 10 horas (hora local) este viernes -viernes (1º). Este es el cuarto viaje internacional de Francisco este año. Antes de abordar, los religiosos fueron recibidos por el presidente de ITA Airways, Antonino Turicchi, por el gerente general Andrea Benassi, y por la directora comercial de ITA Airways y CEO de Volare, Emiliana Limosani.
Además de ellos, fue recibido por autoridades del aeropuerto y policías. A continuación, Jorge Bergoglio se sentó en la silla de ruedas y fue trasladado hasta la puerta de entrada del avión en un ascensor eléctrico. Según la compañía, el supervisor de las actividades de vuelo y a bordo será el capitán Riccardo Privitera, que vuela aviones Airbus desde 1997 y tiene licencias para los aviones A320, A330 y A350. La tripulación total será de nueve personas, incluidos tres pilotos y seis auxiliares de vuelo, a los que se sumará el equipo de ITA Airways dedicado a vuelos especiales.
Para este viaje, ITA preparó un plan que incluye la eficiencia de los procedimientos operativos, el uso de Combustible de Aviación Sostenible (SAF) en una cantidad equivalente al 0,5% del repostaje requerido para los vuelos y la compensación total de las emisiones que no se pueden eliminar.
Antes de abandonar Italia, el argentino envió un telegrama de saludo al presidente italiano, Sergio Mattarella. "Cuando estoy a punto de salir de Italia para realizar la primera visita de un obispo de Roma a Mongolia, con el fin de encontrarme con este noble pueblo y con la pequeña pero vivaz comunidad católica, deseo dirigir mis cordiales saludos al Presidente y a todos los italianos, a quienes acompaño con la esperanza de un fructífero compromiso por el bien común y con la oración a Dios para que sostenga a quienes trabajan con iniciativas solidarias", dice el texto.
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