Después de casi veinticinco años, una nueva infraestructura digital ha sustituido el sistema de audio analógico instalado en los años anteriores al Jubileo del 2000 con unos 80 nuevos altavoces, una obra que se enmarca en el proyecto general de innovación de las distintas tecnologías en apoyo de la Basílica Vaticana y de los más de 50 mil peregrinos y visitantes que acceden a ella cada día.
El nuevo proyecto de ingeniería de sonido, con la transición al sistema de transmisión digital, implicó la remediación del cableado de piso, renovado con más de mil cabeceras en cables de fibra óptica, y la creación de un protocolo de red de datos.
Antes del desmantelamiento del sistema anterior, también se realizó un análisis de sonido que permitirá una comparación constante de la calidad del sonido y su optimización.
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