Este es el resultado del reconocimiento de las "virtudes heroicas" de la monja profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas, decretado hoy por la Congregación para las Causas de los Santos, con la aprobación del Papa Francisco durante la audiencia con el Cardenal Prefecto Marcello Semeraro.
Lucia dos Santos nació el 28 de marzo de 1907 en Aljustrel (Portugal) y murió el 13 de febrero de 2005 en Coimbra (Portugal).
Su causa de beatificación se abrió después de que el Papa Benedicto XVI concediera una dispensa del período de espera de 5 años el 13 de febrero de 2008.
Los otros dos pastores, primos suyos, que asistieron a las apariciones, los hermanos Jacinta y Francisco Marto, fueron beatificados en 2000 y canonizados en 2017.
Sor Lucía tuvo, en 1917, una serie de apariciones de la Virgen María en la Cova de Iria, en Fátima (Portugal), junto con sus dos primos. Tras la prematura muerte de aquellos, que fallecieron pocos años después a causa de la gripe española y fueron canonizados por el Papa Francisco en 2017, Sor Lucía quedó como única depositaria del mensaje que le fue confiado por la Virgen, que transcribió, a instancias del obispo de Leiria, José Alves Correia da Silvia en cuatro documentos entre 1935 y 1941.
Otro escrito, fechado en 1944, contenía la tercera parte, el llamado "tercer secreto", y fue enviado a Roma, abierto por primera vez en 1960 y no divulgado por San Juan XXIII y San Pablo VI. Fue san Juan Pablo II, particularmente devoto de Nuestra Señora de Fátima, quien dio a conocer el secreto en el año 2000.
La distinción entre su vida y las apariciones, dice la biografía disponible en el sitio web del Dicasterio para las Causas de los Santos, "también es difícil porque gran parte de su sufrimiento se debió a éstas: siempre estuvo oculta, protegida, custodiada. Se puede ver en ella toda la dificultad de mantener unidas la excepcionalidad de los acontecimientos de los que fue espectadora y el carácter ordinario de una vida monástica como la del Carmelo".
El 13 de mayo de 1967, Sor Lucía fue a Fátima para encontrarse con San Pablo VI. Hizo lo mismo con San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1982, cuando el Pontífice ofreció a Nuestra Señora una de las balas del atentado que había sufrido el año anterior, y de nuevo el 13 de mayo de 1991 y el 13 de mayo de 2000.
Tras la muerte de Sor Lucía, Benedicto XVI también visitó Fátima en 2010 y el Papa Francisco en 2017.
Jorge Bergoglio visitará el santuario el 5 de agosto, en el marco de su viaje a Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud.
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