La noticia de que el Papa debía ser intervenido quirúrgicamente de nuevo cayó como un chubasco en los círculos de la Iglesia argentina más cercanos a Jorge Bergoglio. Luego de diez años de espera infructuosa, el 25 de mayo Francisco había anunciado finalmente su intención de regresar a la Argentina en 2024 y desde ese momento la atención sobre sus condiciones de salud ha sido extrema.
Como había pasado con motivo de su última hospitalización a fines de marzo, grupos de fieles se reunieron en iglesias para vigilias espontáneas mientras la arquidiócesis de Buenos Aires emitía puntualmente una breve oración para que Bergoglio se recupere "pronto" y "que el Señor lo guarde durante muchos años".
El padre Alejandro Russo, rector de la Catedral de Buenos Aires, anunció con preocupación a los fieles asistentes a la misa de la madrugada la noticia sobre la salud de Francisco, aunque luego trató de tranquilizar a los asistentes. "Esta mañana temprano nos sorprendió la noticia de la oficina de prensa del Vaticano de que el Santo Padre tuvo que ser operado nuevamente. Sin embargo, después del primer momento de incertidumbre, entendimos que se trata de una operación lógica que tiene que ver con la operación anterior, explicó Russo.
"Aunque no se trata de una operación complicada ni difícil -añadió entonces el sacerdote- deseamos desde aquí, desde Buenos Aires, acompañar al Sumo Pontífice con nuestras oraciones en este momento que siempre es doloroso para que le sea lo más leve posible".
Sin embargo, las preocupaciones por la salud de Bergoglio no son compartidas por todo el círculo católico de Argentina. El Papa es considerado por sectores ultraconservadores como excesivamente progresista y últimamente la elección que hizo del nuevo arzobispo de Buenos Aires ha suscitado numerosas polémicas. Se trata de monseñor Jorge García Cuerva, conocido por sus homilías de fuerte contenido social y por su compromiso concreto en las diócesis más pobres.
En un audio que fue ampliamente difundido por todos los medios locales, un capellán militar definió la elección de García Cuerva como "la peor posible" y acusó al nuevo arzobispo de ser "peronista" y "ultra francisquista", además de "gay" y "afeminado".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA