"Escuchemos el llamado a apoyar a las víctimas de la injusticia ambiental y climática, y a poner fin a esta guerra sin sentido contra la creación", dijo el pontífice en su Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará el 1 de septiembre.
El Papa pide a todos que cambien los estilos de vida, pero se dirige con más fuerza a la comunidad internacional, especialmente a los líderes que participarán en la cumbre de Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre de este año.
"Debemos transformar las políticas públicas que rigen nuestras sociedades y dan forma a la vida de los jóvenes de hoy y de mañana. Políticas económicas que favorecen riquezas escandalosas para unos pocos y condiciones degradantes para muchos decretan el fin de la paz y la justicia. Las naciones más ricas han acumulado una 'deuda ecológica'", subraya Francisco.
El Pontífice vuelve a señalar que no hay más tiempo que perder.
"Los líderes mundiales presentes en la cumbre Cop28 deben escuchar a la ciencia y comenzar una transición rápida y justa para poner fin a la era de los combustibles fósiles", exhortó.
"Bajo los compromisos del Acuerdo de París para frenar el riesgo del calentamiento global, no tiene sentido permitir la exploración y expansión continua de la infraestructura de combustibles fósiles. Alcemos nuestras voces para detener esta injusticia hacia los pobres y hacia nuestros hijos que experimentarán los peores impactos del cambio climático", insistió.
La reflexión del Papa se centra entonces sobre todo en la "hermana agua" que "es saqueada y transformada en bienes sujetos a las leyes del mercado".
Hay una dimensión política, económica, social, pero también religiosa en el mensaje del Papa. Y por eso Francisco invita a arrepentirse de los "pecados ecológicos" que "dañan el mundo natural y también a nuestros hermanos y hermanas".
"Con la ayuda de la gracia de Dios, adoptemos estilos de vida con menos desperdicio y menos consumo inútil, especialmente donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles.
Intentemos estar lo más atentos posible a nuestros hábitos y opciones económicas, para que todos podamos mejorar: nuestros semejantes, estén donde estén, y también los hijos de nuestros hijos", sostuvo.
El Papa habla de una "guerra contra la creación" y subraya que vemos sus efectos "en tantos ríos que se están secando".
"El consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas, trastorna el ciclo del agua del planeta", subraya el Papa.
Luego, se refirió al "uso desenfrenado de combustibles fósiles y la tala de bosques" que "están creando temperaturas altísimas y provocando sequías severas".
"La terrible escasez de agua afecta cada vez más a nuestros hogares, desde las pequeñas comunidades rurales hasta las grandes ciudades. Además, las industrias depredadoras están agotando y contaminando nuestras fuentes de agua potable con prácticas extremas como la fracturación hidráulica para la extracción de petróleo y gas, los megaproyectos de extracción descontrolados y la cría intensiva de animales", concluyó.
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