(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO 25 MAY - El papa Francisco
exhortó hoy a evitar "una Iglesia agobiada por las estructuras y
la burocracia" y a hacer "espacio" para todos, especialmente
para aquellos que "no tienen voz", en el marco del encuentro con
referentes del Camino Sinodal italiano.
El pontífice llamó a acoger a "todos aquellos cuyas voces
son tapadas si no silenciadas o ignoradas, aquellos que se
sienten inadecuados, quizás porque tienen caminos de vida
difíciles o complejos. Muchas veces son excomulgados a priori".
En la Iglesia, dijo, debe haber "espacio" para l"as voces de
los jóvenes, de las mujeres, de los pobres, de los
decepcionados, de los que han sido heridos en la vida, de los
que están enojados con la Iglesia".
"Mientras su presencia sea una nota esporádica en el
conjunto de la vida eclesial, la Iglesia no será sinodal, será
una Iglesia de unos pocos", subrayó el Papa Francisco.
Y lanzó un llamamiento: "Llamar a todos, justos y pecadores
, los sanos y los enfermos, todos, todos, todos".
El Papa invitó a los responsables del Camino sinodal
italiano a ser "una Iglesia abierta".
"Redescubrirse como corresponsable en la Iglesia no es lo
mismo que poner en práctica lógicas mundanas de distribución de
poderes -advirtió el Papa Francisco-, sino cultivar el deseo de
reconocer al otro en la riqueza de sus carismas y en su
singularidad".
"Así, aquellos que aún luchan por ver reconocida su
presencia en la Iglesia, aquellos que no tienen voz, aquellos
cuyas voces son tapadas, si no silenciadas o ignoradas, aquellos
que se sienten inadecuados, quizás porque tienen caminos de vida
difíciles o complejos, pueden encontrar un lugar", sostuvo.
Por tanto, "la Iglesia debe dejar resplandecer el corazón de
Dios: un corazón abierto a todos y para todos. Deberíamos
preguntarnos cuánto espacio hacemos y cuánto escuchamos
realmente las voces de los jóvenes, mujeres, de los pobres, de
los decepcionados, de los que han sido heridos en la vida",
agregó.
Por tanto, es necesario evitar "una Iglesia de unos pocos" o
"una Iglesia agobiada por las estructuras, por la burocracia,
por el formalismo".
"A veces da la impresión de que las comunidades religiosas,
las curias, las parroquias son todavía demasiado
autorreferenciales", subrayó el Papa.
"La autorreferencialidad es un poco como la teología del
espejo", es "una enfermedad. Parece que se está colando una
especie de neoclericalismo defensivo, algo escondido" y "el
clericalismo es una perversión", para obispos y sacerdotes, pero
más para los laicos", señaló.
El neoclericalismo. dijo, es "generado por una actitud
temerosa, por las denuncias de un mundo que ya no nos comprende,
que los jóvenes se pierden, por la necesidad de reafirmar y
hacer sentir la propia influencia".
"El Sínodo nos llama a convertirnos en una Iglesia que
camina con alegría, con humildad y creatividad en nuestro
tiempo, en la conciencia de que todos somos vulnerables y nos
necesitamos unos a otros", concluyó el Papa. (ANSA).
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