(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 02 MAG - "Yo estoy dispuesto a
hacer todo aquello que se tenga que hacer. Aunque ahora está en
curso una misión, incluso no pública, veremos... Cuando sea
pública hablaremos", respondió el pontífice a una pregunta de
los periodistas sobre si, en algún modo, los coloquios en
Hungría con el metropolita Hilarion y también con el premier
Viktor Orban, podían ayudar a acelerar el proceso de paz o
favorecer un encuentro entre él y Putin.
Las palabras del papa Francisco en el tema de la paz en
Ucrania, en la conferencia de prensa durante el vuelo de regreso
de Budapest, fueron inequívocas
"En este encuentro no hemos hablado solo de Caperucita Roja,
hemos hablado de todas estas cosas -sonrió Francisco-. Se habla
de esto porque a todos nos interesa el camino de la paz".
El mensaje, aunque hasta el momento sin otros detalles, fue
claro: la Santa Sede tiene en sus manos una misión, por ahora
reservada, secreta, para hallar canales de diálogo y de
pacificación. El problema es que las partes que deberían estar
interesadas en la cuestión, Ucrania y Rusia, hasta hoy la
niegan.
El lunes un funcionario de la Oficina presidencial ucraniana
dijo a la cadena CNN que "no tenía conocimiento" de una misión
de paz que involucre al Vaticano por el conflicto con Rusia. "Si
hay coloquios, suceden sin nuestro conocimiento", agregó la
fuente.
Y, del mismo modo, el Kremlin "no está al corriente" de una
misión de paz del Vaticano por Ucrania, dijo hoy el vocero
Dmitry Peskov citado por la agencia Tass.
Ya, desde el momento que nadie puede poner en duda el
contenido y la veracidad de lo afirmado por el papa Bergoglio,
se debe considerar que la "misión" vaticana está en estado de
elaboración preliminar, o que hasta el momento actúa en niveles
que no comprometen a los máximos exponentes de los dos países en
guerra.
El pontífice siempre habló de la disponibilidad de la Santa
Sede de una mediación, posibilidad que aún hoy no fue recibida
concretamente.
Empero, continuó siempre trabajando, además en el campo
humanitario, en el de favorecer y tener abiertos los canales de
diálogo. "Creo que la paz se realiza siempre abriendo canales,
no se puede hacer una paz con cierres. Invito a todos a abrir
relaciones, canales de amistad. Esto no es fácil. El mismo
discurso que hice en general, lo hice con Orban y lo hice un
poco por todos lados", repitió en la conferencia de prensa en
vuelo.
El lunes, seguramente por una necesidad que concierne a sus
relaciones con el Patriarcado de Moscú, el metropolita Hilarion
sintió el deber, mediante un video en el sitio de la Diócesis
ortodoxa de Budapest y de Ucrania, de rechazar las
"insinuaciones según las cuales se reunió con el papa Francisco
para informarlo sobre el objetivo de lograr algunos acuerdos
secretos o bien con fines políticos".
"Respondo para quien está interesado -agregó- no existe nada
que afecte las relaciones bilaterales entre la Iglesia Católica
y la Iglesia Ortodoxa Rusa. No se discutió acerca de alguna
cuestión política. El encuentro fue de naturaleza personal entre
dos viejos amigos".
En qué cosa consiste la "misión" esbozada por el papa
Francisco se verá en los próximos días. En tanto, su activismo
en favor del diálogo y la paz, su manifiesta y elocuente
voluntad de dirigirse en las plegarias tanto al pueblo ucraniano
como al ruso, está fue de duda.
Y no por casualidad, reiteró que la cita con el patriarca de
Moscú, Kirill, por ahora está "suspendida", pero "se deberá
hacer". Y también aseguró que la Santa Sede, al recibir la
petición de Kiev, hará de mediadora para el retorno a la patria
de los niños ucranianos deportados a Rusia, como ya sucedió
positivamente con el intercambio de prisioneros. (ANSA).
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