El Papa Francisco habló de una misión de paz confidencial de la Santa Sede para Ucrania, sin dar más detalles por ahora, durante la charla de 20 minutos que mantuvo con los periodistas en el avión que lo regresaba de Budapest a Italia.
"Yo creo que la paz siempre se hace abriendo canales, nunca se puede hacer con cierre. Siempre los invito a abrir relaciones, canales de amistad. Esto no es fácil. Hice el mismo discurso con (Viktor) Orban y un poco en todos lados", comentó el Pontífice respondiendo a la pregunta de si las conversaciones con el premier húngaro y el metropolita Hilarión podrían fomentar el diálogo con Moscú y el proceso de paz.
"Hablamos de todas estas cosas, ciertamente no de Caperucita Roja... Todo el mundo está interesado en el camino hacia la paz.
Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario. Ahora hay una misión en marcha: hablaré de ello cuando sea público", aclaró.
"Está pendiente el encuentro con el patriarca Kirill que debíamos tener el año pasado en junio en Jerusalén. Se suspendió debido a la guerra, pero este encuentro tendrá que realizarse", reiteró Francisco.
"En cuanto a la relación con Kirill -continuó-, he hablado con él una sola vez desde el comienzo de la guerra, 40 minutos.
Luego a través del metropolita Antonij, que tomó el lugar de Hilarion: a través de él mantengo la relación con Kirill".
El Papa también aseguró que la Santa Sede responderá al pedido de ayuda de Ucrania para el regreso a casa de los niños deportados a Rusia.
"Yo creo que sí -respondió-, porque la Santa Sede hizo de intermediaria en algunas situaciones de intercambio de presos, y a través de la Embajada salió bien, creo que esta también puede salir bien".
"Es importante -dijo-, la Santa Sede está dispuesta a hacerlo porque es justo, es una cosa justa y hay que ayudar, para que esto no sea un casus belli, sino un caso humano. Es un problema de la humanidad, ante un problema de un botín de guerra o de mudanzas de guerra. Todos los gestos humanos ayudan, pero los actos de crueldad no ayudan. Debemos hacer todo lo humanamente posible".
El Pontífice también habló de la necesidad de que la UE se haga cargo del tema migratorio.
"La inmigración es un problema que Europa debe tomar con la mano. Hay cinco países que más la sufren: Chipre, Grecia, Malta, Italia y España, son los países mediterráneos donde desembarcan los inmigrantes. Si Europa no se está haciendo cargo de esto situación, el problema será sólo de estos países. Europa debe hacer sentir que está la Unión Europea también en esto".
Finalmente, sobre su reciente hospitalización: "Lo que tuve fue una enfermedad fuerte al terminar la audiencia del miércoles, no tenía ganas de almorzar, me acosté un poco, no perdí el conocimiento, pero sí hubo una fiebre muy alta y a las tres de la tarde el médico me llevó de inmediato al hospital".
"Tuve una neumonía aguda severa -explicó-, en la parte baja del pulmón, gracias a Dios puedo contarlo, a tal punto que el organismo, el cuerpo, respondió bien. Gracias a Dios. Esto es lo que tenía".
Sobre el próximo viaje a Lisboa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco dijo que "el día antes de partir hablé con Monseñor Amerigo que vino a ver cómo están las cosas allí, voy a ir, voy a ir. Espero poder hacerlo, ustedes ven que no es lo mismo que hace dos años, con el bastón, ahora es mejor, ahora va mejor ,por el momento no se canceló el viaje. Luego está el viaje a Marsella, después está el viaje a Mongolia, luego está el último que no recuerdo dónde... todavía el programa me hace mover".
Y sobre la posibilidad de invitar a Lisboa a jóvenes rusos y ucranianos, "Amerigo tiene algo en mente, está preparando algo, me dijo. Lo está preparando bien".
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