Y hoy arranca oficialmente la Semana Santa, cargada de ritos y celebraciones en las que, por el momento, se confirma la presencia de Francisco.
El único "misterio", por así decirlo, está reservado al contenido del Vía Crucis del viernes. No se excluye que las Meditaciones, como también ocurrió el año pasado, puedan volver a tocar el tema de la Paz, repetidamente en el centro de los llamamientos del Papa durante las audiencias y celebraciones posteriores a la invasión rusa de Ucrania.
La aproximación al Domingo de Resurrección se abre, pues, con tres audiencias, una con la premier de Bosnia y Herzegovina, otra con el padre Carlos Alberto Trovarelli, ministro general de la Orden Franciscana de los Frailes Menores Conventuales, y otra con los líderes del INPS, con motivo del 125 aniversario de la institución de seguridad social.
A ellos reiteró la importancia de la dignificación del trabajo, lanzando un llamamiento para luchar contra el empleo ilegal y la precariedad, que -en palabras de Francisco- exponen a los trabajadores a la explotación y la injusticia.
La agenda del Papa, sin embargo, será cada vez más intensa en los próximos días.
El miércoles, una semana después de su ingreso en el Policlínico Gemelli, realizará la tradicional audiencia general en la Sala Pablo VI, mientras que el jueves celebrará primero la Misa Crismal en la Basílica Vaticana y luego por la tarde regresará a la prisión de menores de Casal del Marmo, en Roma, para el lavado de pies.
Jorge Bergoglio eligió el mismo instituto donde hace diez años, en 2013, decidió celebrar la función del triduo pascual, tan solo 15 días después de su elección.
El viernes, pues, será el turno del Vía Crucis en el Coliseo. Como viene siendo el caso desde hace muchos meses, el Papa estará flanqueado por un cardenal, probablemente el vicario de Roma, Angelo De Donatis, en las 14 etapas del rito. El contenido de las Meditaciones de este año aún no se conoce, y será difícil que no mencionen la guerra en Ucrania, que ya lleva más de un año.
Algo podría cambiar también en la celebración del rito que el año pasado desencadenó un "incidente diplomático" por la decisión de Francisco de que una mujer ucraniana y una rusa llevaran la cruz juntas.
Una elección que Kiev definió como "inoportuna" por el hecho de que colocaba a agresores y atacados al mismo nivel.
Lo cierto es que las celebraciones contarán con la presencia del Papa, quien presidirá también la vigilia pascual del sábado por la noche y la misa pascual, durante la cual estará asistido en el altar por el cardenal decano Giovanni Battista Re.
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