La noticia de la hospitalización de Jorge Bergoglio en Washington llegó justo en las horas en que Biden se reunía con el presidente argentino, Alberto Fernández: "Intercambiamos ideas sobre cosas que están pasando. Estábamos preocupados por alguien que nos importa mucho a los dos, el Papa Francisco y su salud", dijo el propio Fernández.
Mientras que el presidente estadounidense, el segundo líder católico en la Casa Blanca después de Kennedy, pidió "rezar" por Bergoglio, a quien él mismo definió como "una de las figuras más parecidas a Cristo que he conocido". Saludos del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también llegaron desde Nueva York: "Esperamos verlo fuera del hospital lo antes posible, especialmente con la Semana Santa que se acerca".
Mientras tanto, la hospitalización del Papa es seguida con detalle por los medios de comunicación. "El papa Francisco pasó una noche tranquila en el hospital tras ser hospitalizado por una infección respiratoria y se espera que permanezca allí unos días para recibir tratamiento", escribe la BBC, informando a través de una de sus fuentes que "el personal más cercano al pontífice, incluido seguridad, pasó la noche en el Gemelli".
CNN subraya el agradecimiento de Bergoglio a los fieles, citando el mensaje en Twitter en el que dice estar "conmovido por los muchos mensajes recibidos en estas horas" y expresa su "agradecimiento por la cercanía y la oración".
Todo esto mientras "equipos de televisión, periodistas y reporteros gráficos fueron enviados fuera del hospital para monitorear la habitación en el décimo piso donde se hospeda el pontífice", según Al Jazeera.
Por razones obvias, se dedica mucho espacio a las condiciones del Papa en el principal diario argentino, Clarín, en el que, entre otras cosas, se señala que "la salud del Papa Francisco alimenta las especulaciones". A lo que sigue una pregunta: "Podría renunciar?". La referencia es a sus problemas de salud recientes, como el "dolor crónico de rodilla" que le obligaba a menudo a estar en "silla de ruedas", precedido de una "operación mayor de colon" a la que se sometió en julio de 2021, según recuerda Le Figaro.
Pero en este punto The Guardian cita la reciente entrevista con Swiss Radio a principios de marzo en la que el Papa dijo: "Podría irme si no fuera más lúcido".
Agencias rusas, como TASS, también hablan de la hospitalización del pontífice. Mientras que el diario británico The Guardian subraya que en un mensaje de video grabado antes del traslado al Gemelli, Bergoglio "evocó el conflicto en Ucrania, definiendo la guerra como una locura y subrayando que incluso en el caso de la legítima defensa, la paz es el objetivo final".
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