(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO 10 MAR - El Papa Francisco, a
punto de cumplir 10 años como líder de la Iglesia Católica, se
refirió a diversos temas: el celibato, las mujeres en el
Vaticano, las dictaduras en América Latina y la final del
Mundial de Qatar, entre otros.
Destacó que hay muchas más mujeres trabajando en el
Vaticano" "Y es necesario eso. El machismo es malo. Y a veces el
celibato te puede llevar a un machismo. Un cura que no sabe
trabajar con las mujeres le falta algo, no está maduro".
"El Vaticano era muy machista todo, pero es parte de la
cultura, no es culpa de nadie. Siempre se hizo así. Ahora están
trabajando más", subrayó.
Otro de los temas que abordó fue el celibato en el
sacerdocio: "El celibato en la Iglesia occidental es una
prescripción temporal: no sé si funciona en un sentido o en
otro, pero es provisional en ese sentido".
"No es eterna como la ordenación sacerdotal, que es para
siempre, te guste o no", dijo. "Que te vayas es otra cosa, pero
es para siempre. El celibato es una disciplina".
Francisco siempre ha estado en contra de la abolición del
celibato en varias manifestaciones públicas a lo largo de estos
casi 10 años de papado.
También fue consultado por los católicos que se vuelven a
casar y reiteró -citando también al Papa Benedicto XVI- que
muchos matrimonios en la Iglesia "terminan siendo inválidos por
falta de fe".
Sobre las personas de tendencia homosexual, señaló que "si
una persona de tendencia homosexual es honesta y busca a Dios,
¿quién soy yo para juzgarla?".
"Yo les pido a los padres que si tienen un hijo con
tendencia homosexual, o una hija, que los tengan en su casa. No
los echen como castigo. Que los acompañen".
En la entrevista en la Residencia de Santa Marta, en el
Vaticano, también se le preguntó al Papa Francisco sobre temas
políticos en América Latina y criticó a los gobiernos
dictatoriales.
Respecto a Venezuela, cuando se le preguntó si veía alguna
"luz de esperanza que pueda cambiar el régimen", el líder
católico se mostró optimista. "Creo que sí porque las
circunstancias históricas van a forzar la forma de diálogo que
tienen. Yo creo que sí, es decir, nunca cierro las puertas a las
posibles soluciones, al contrario, las aliento".
En más de una ocasión, el Vaticano se ha puesto a
disposición para mediar en las conversaciones entre el régimen
de Nicolás Maduro y la oposición. Actualmente se desarrollan
negociaciones con la participación de Noruega, Cuba y,
recientemente, Brasil en México.
El dirigente también fue consultado sobre Nicaragua, en la
que el gobierno de Daniel Ortega viene actuando contra
organizaciones humanitarias y educativas internacionales,
incluidas las católicas, y deteniendo a opositores y religiosos.
"Con mucho respeto, no hay forma de no pensar que hay un
desequilibrio en la persona que manda (Ortega). Tenemos un
obispo en la cárcel, un hombre muy serio, muy capaz. Quería dar
su testimonio y no aceptó el exilio", dijo.
En la entrevista, Infobae también le preguntó al pontífice
si había visto la final del Mundial, en la que Argentina salió
campeón en Qatar. Respondió que no la había visto porque estaba
en una reunión.
Bromeó al recordar que el partido contra Francia, y contra
Holanda en semifinales, muestra cómo es el argentino.
"No la vi. Estaba reunido acá, con seis pilotos de Alitalia
con sus esposas. Y en un momento que fui a buscar algo, cuando
volví, uno me dijo 'Va ganando 3 a 0, o 2 a 0 o 3 a 1, no me
acuerdo'. Y está bien dije, pero eso me hizo pensar una cosa que
me permito decirla sin querer ofender, porque yo soy argentino
también, pero un poco (refleja) nuestra idiosincrasia".
"En los dos partidos, el de Holanda y el final, comienza
ganando 2 a 0; 3 a 1, ah, todos felices los argentinos; nos
vamos al segundo tiempo y termina ganando los dos por un penal.
Por casualidad", añadió.
"Los argentinos tenemos eso: empezamos con entusiasmo las
cosas y tenemos una cultura —no sé, al menos yo la tengo— de
dejar a la mitad", dijo. "Y como que ya nos damos por vencidos
antes de tiempo, o vencemos antes de tiempo. Sea en lo positivo
o en lo negativo. Nos cuesta terminar el perfil de las cosas".
El argentino de 86 años también reveló que nunca tuvo un
teléfono celular y que todas las publicaciones en las redes
sociales o correos electrónicos enviados por él están escritos a
mano.
"Se lo doy al secretario y él lo envía. No significa que
esto sea mejor o peor. Es un límite que tengo, una incapacidad,
por así decirlo", agregó.
Consultado cuándo fue la última vez que lloró, Francisco
respondió: "Una vez en público no pude evitarlo, fue por la
guerra: estaba dando un discurso y me salió esto, y no pude
evitarlo", dijo probablemente refiriéndose al momento de oración
el 8 de diciembre en Roma.
Añadió que llora "a escondidas": "Que lo interpreten los
psiquiatras. Yo no me interpreto. A veces tengo este tipo de
expresiones yo solo". (ANSA).
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