El problema no es el proceso judicial, sino el ilícito

Apertura del año judicial vaticano, mensaje de Francisco

El papa Francisco presente en la apertura del año judicial en la Santa Sede (foto: ANSA)
El papa Francisco presente en la apertura del año judicial en la Santa Sede (foto: ANSA)

(ANSA) El Papa Francisco participó este sábado de la apertura del año judicial del Vaticano y alabó la intensificación en la lucha contra los crímenes de finanzas y resaltó que el problema no son los procesos, sino sí los delitos cometidos.
    "En los últimos años, controversias legales y juicios ratios han aumentado, como ha aumentado también, en no pocos casos, la gravedad de los comportamientos que se revelan, especialmente en el contexto de gestión patrimonial y financiera. Aquí es necesario ser claro y evitar el riesgo de 'confundir el dedo con la uña': el problema no son los procesos, sino los hechos y el comportamiento por parte de los miembros de la iglesia que amenazan seriamente su eficacia en reflejar la luz divina", dijo el Santo Padre.
    Francisco sostuvo que siempre es necesario mirar "con misericordia y cercanía a los hermanos y hermanas que yerran", pero pidió un "riguroso discernimiento" al juzgar los hechos que causan "escándalo" entre los fieles.
    Según el Papa, "la misericordia y la justicia no son alternativas, pero caminan juntas, siguen en equilibrio hasta el mismo fin, porque la misericordia no es suspensión de la justicia, sino su cumplimiento".
    En los últimos años, desde el pontificado de Benedicto XVI, los escándalos financieros se multiplicaron dentro de la Iglesia. Uno de los de mayor resonancia fue la compra de un edificio de lujo en Londres con dinero de caridad de la Iglesia Católica, que actualmente está siendo juzgado por un tribunal.
    El Papa agradeció "el generoso y competente de compromiso puesto en la administración de justicia, que se ha mostrado especialmente gravosa en el último año".
    También se refirió a "acontecimientos graves e imprevistos", como la "prueba terrible de la pandemia" y "el estallido del conflicto en Ucrania y su trágica evolución", y en ese sentido Jorge Bergoglio subrayó que "todo compromiso por la paz implica y exige el compromiso por la justicia". "La paz sin justicia no es paz verdadera, no tiene bases sólidas ni posibilidades de futuro. Y la justicia no es una abstracción ni una utopía", subrayó.
    "No es sólo el resultado de un conjunto de reglas que deben aplicarse con pericia técnica -observó el Pontífice-, sino que es la virtud por la cual damos a cada uno lo que le corresponde, indispensable para el correcto funcionamiento de cada ámbito de interés común y porque todos pueden llevar una vida pacífica.
    Virtud que debe cultivarse mediante el compromiso de la conversión personal y ejercitarse junto con las demás virtudes cardinales de la prudencia, la fortaleza y la templanza".
    Según el Papa, "esta virtud está encomendada de manera eminente a la responsabilidad de los que intervienen en el campo judicial, para permitir el restablecimiento de la paz violada entre los diversos sujetos de la comunidad que están en conflicto entre sí y dentro de la comunidad". En esta perspectiva "operan los Tribunales del Estado de la Ciudad del Vaticano, que desempeñan un papel precioso en beneficio de la Santa Sede cuando se trata de dirimir disputas de carácter civil o penal".
    "Son litigios -precisó- que, por su naturaleza, quedan fuera de la jurisdicción de los Tribunales de la Santa Sede y de los tribunales canónicos y deben ser juzgados sobre la base de una compleja trama de fuentes canónicas y civiles, como la previstos por la orden vaticana, cuya aplicación requiere habilidades específicas".
    "Queridos Magistrados, el camino de la justicia hace posible una fraternidad en la que todos están protegidos, especialmente los más débiles. Os deseo a todos que trabajéis manteniendo siempre viva esta conciencia y tendiendo hacia la verdad", concluyó el Papa-. (ANSA).