La formación de los laicos "debe estar orientada a la misión", y no limitarse a la "teoría", porque de esta manera "se vuelve ideología, y la ideología en la Iglesia es una plaga", afirmó hoy el papa Francisco.
También calificó de "otra plaga" al "laicado clericalizado". Francisco habló de ese modo en la conferencia internacional "Pastores y fieles laicos llamados a caminar juntos".
"Me vienen a la mente las últimas tres o cuatro páginas del libro 'Meditation sur l'Eglise' del cardenal De Lubac", dijo el Papa hablando casualmente en un interludio de su discurso.
"Ahí se detiene a decir qué es lo más feo, lo más feo que le puede pasar a la Iglesia -prosiguió-. Y dice 'más feo aún que la época de los papas corruptos', o 'concubinarios', no recuerdo exactamente , pero una palabra fuerte. Y qué es eso tan feo? Clericalismo".
"Si tienen tiempo, lean estas últimas cuatro páginas de la 'Meditation sur l'Eglise' de De Lubac. Dice textualmente, y citando también a un padre de la Iglesia, "el clericalismo es lo peor que le puede pasar a la Aún más feo que los tiempos de los Papas concubinatos'", insistió Francisco.
"Hay que expulsar el clericalismo, un sacerdote o un obispo que cae en esta actitud hace un gran daño a la Iglesia. Pero es una enfermedad que se contagia", advirtió luego el Papa.
"Y peor aún que el sacerdote, el obispo caído en el clericalismo, son los laicos clericalizados. Por favor, soy una plaga en la Iglesia. Secular es secular", sentenció luego.
"Es hora de que pastores y laicos caminen juntos, en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia, en todas las partes del mundo! Los fieles laicos no son 'invitados' en la Iglesia, están en casa, por lo tanto están llamados a cuidar de sus propios hogares. Los laicos, y sobre todo las mujeres, deben ser valorados más en sus capacidades y en sus dones humanos y espirituales para la vida de las parroquias y diócesis", amplió Jorge Bergoglio.
"Esta corresponsabilidad vivida entre laicos y pastores permitirá superar dicotomías, miedos y desconfianzas mutuas", dijo luego.
"Es cierto que los laicos están principalmente llamados a vivir su misión en las realidades seculares en las que están inmersos cada día, pero esto no excluye que tengan también las capacidades, carismas y habilidades para contribuir a la vida de la Iglesia: en la animación litúrgica, en la catequesis y la formación, en las estructuras de gobierno, en la administración de los bienes, en la planificación y ejecución de los programas pastorales, etc.", describió el Papa, en el cierre de la conferencia de tres días promovida en la Nueva Sala del Sínodo del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
"Para esto, los pastores deben ser formados, desde el seminario, en una colaboración cotidiana y ordinaria con los laicos, de manera que la vivencia de la comunión se convierta para ellos en un modo natural de actuar, y no en un hecho extraordinario y ocasional", subrayó.
Según el Pontífice, los laicos "pueden llevar el anuncio del Evangelio con su lenguaje 'cotidiano', comprometiéndose en diversas formas de predicación. Pueden colaborar con los sacerdotes para formar a los niños y jóvenes, ayudar a los novios a prepararse para el matrimonio y a acompañar a los cónyuges en la vida conyugal y familiar".
Y llamó a que "siempre" sean consultados "en la preparación de nuevas iniciativas pastorales a todos los niveles, local, nacional y universal". "Deben tener voz en los consejos pastorales de las Iglesias particulares. Deben estar presentes en los oficinas de las Diócesis", advirtió.
"El énfasis debe estar puesto en la unidad y no en la separación. El laico, más que como 'no clérigo' o 'no religioso', debe ser considerado como bautizado, como miembro del Pueblo santo de Dios", completó el Papa.
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