"La guerra feroz le borró la sonrisa a los niños"

Una entrevista con el cura Banzato de la TV: "no es pecado perder la fe"

El papa Francisco junto a una pequeña. La guerra les borró la sonrisa a los niños ucranianos, deslizó (foto: ANSA)
El papa Francisco junto a una pequeña. La guerra les borró la sonrisa a los niños ucranianos, deslizó (foto: ANSA)

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 18 FEB - Diez preguntas para reconectar el hilo de diez años de pontificado, pero también para mirar las heridas del mundo, a partir de la "guerra feroz" que robó la sonrisa de muchos niños, y también para reflexionar sobre las angustias del corazón humano.
    El Papa dialoga con Don Davide Banzato, sacerdote de la comunidad Nuevos Horizontes y rostro conocido de la televisión italiana con el programa de Mediaset "I Viaggi del cuore" ("El viaje del corazón").
    Y precisamente en el episodio especial de esta mañana en Canale 5, Francisco es el protagonista con esta conversación en Casa Santa Marta -relanzada también por el sitio web Vatican News de la Santa Sede-, que se publicará íntegramente en un libro editado por Piemme el 21 Febrero titulado "Busca tu horizonte. Levántate y empieza de nuevo hoy".
    La conversación parte de un punto querido por el Papa que es el de la memoria. Una gracia... La gracia de la memoria nos lleva a las raíces de nuestra actualidad. Como mi persona, que está a punto de terminar su vida, de donde creció…", agregó, recordando a sus familiares en Piamonte a quienes visitó personalmente en noviembre de 2022. Pero en este viaje a través de la memoria y las raíces, sin embargo, hay es "un peligro", advierte Francisco: "Todos hemos tenido en la vida: cosas malas, cosas que nos han hecho sufrir, y luego está la enfermedad de aferrarse a los fracasos de la vida: no, eso duele".
    De las cosas malas, señala Francesco, muchas están sucediendo en nuestro tiempo. Venimos de una pandemia que nos ha "debilitado" y ahora hay guerra: "Una guerra que es feroz" y que ha provocado "una crisis económica y financiera". "Hoy, especialmente en toda Europa, la gente no sabrá cómo pagar la electricidad, por ejemplo. Tendrá que ahorrar mucho", señala el Papa.
    "Es un mal momento, es un tiempo de desolación humana. Los muertos o los heridos (que vienen de la guerra)… Ves los muertos torturados antes de la muerte, las fotografías son terribles", describió.
    La angustia del obispo de Roma es sobre todo por los niños: "Se han olvidado de reír... Muchos niños han venido aquí, muchos de Ucrania, no se ríen... Son adorables, sí, pero no no se ríen, han perdido esa capacidad. Fui a ver a los niños que estaban en el (hospital) Niño Jesús, ucranianos, heridos, nadie (tenía) una sonrisa".
    Para Francisco, "quitar la sonrisa de un niño significa...
    una tragedia!". Y esta tragedia está marcando nuestro tiempo: "Un tiempo donde el mayor comercio es la venta de armas, la fábrica de armas. Hoy, si durante un año -me dijo un técnico- no se fabricaran armas, se acabaría el hambre en el mundo".
    "Las guerras piden armas. Y por qué una guerra? Porque normalmente un imperio o un gobierno, cuando se debilita un poco, necesita una guerra para recuperarse... Eso es algo malo", describe el Papa durante la entrevista.
    En este escenario dramático, sin embargo, el Papa exhorta a no perder la esperanza ya mirar otros "horizontes", que también significa "mirar a la esperanza". Esta perspectiva "da el coraje de caminar siempre". Pero tengan cuidado, advierte Francisco, de no caer en la "psicología del avestruz", es decir, que "ante todo, mete la cabeza en la tierra". Y también tengan cuidado de ser egositas: "La gente que sólo se mira a sí misma hace lo contrario de mirar el horizonte. El horizonte te hace mirarlo todo".
    Y a los que "no tienen fe, qué decirles? No es pecado no tener fe", responde el Papa. "La fe es un don de Dios... Hay gente buena, muy buena que no tiene el don de la fe. Solo le diré, 'Sí, estás abierto, no te canses de buscar". El que cree debe tener cuidado, sin embargo, de no vivir "como un 'pagano'".
    De ahí, surge una reflexión sobre el tema de la riqueza: "Un señor me dijo que aquí en Roma hay restaurantes donde, dos platos cuestan 1.700 euros. Pero tú vives así, a ese nivel, cuando hay gente muriendo de hambre? 'Eh, padre, no seas comunista...', me dijo. No no es eso, eso es el Evangelio, eh?".
    El Papa señala entonces con el dedo la "esclerocardia", como llama al cierre del corazón: "Es muy difícil ablandar un corazón duro". Y se pregunta, "cuántos lloran -no digo físicamente, sino en el corazón- por los niños huérfanos en Ucrania? Cuántos sufren por esto? Cuántos sufren por los niños de la calle que roban porque están solos en la vida?". (ANSA).