El Papa invita a "no refugiarse en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias evocadoras, por miedo a enfrentarse a la realidad con sus penurias cotidianas, sus penurias y sus contradicciones".
Así se lee en su Mensaje para la Cuaresma, que comenzará el miércoles 22 de febrero.
El Papa Francisco sugiere una vez más leer el Evangelio todos los días: "Si no podemos asistir siempre a misa, leamos las lecturas bíblicas día a día, incluso con la ayuda de Internet".
Pero el Señor también nos habla "en nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y las historias de quienes necesitan ayuda".
Finalmente, "escuchar a Cristo pasa también por escuchar a los hermanos y hermanas en la Iglesia, esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, pero que, en cualquier caso, sigue siendo siempre indispensable en el método y estilo de una Iglesia sinodal".
En otras palabras, "hay que emprender, un camino cuesta arriba que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una caminata por la montaña".
Volviendo al camino sinodal, el Papa subraya que "está enraizado en la tradición de la Iglesia y al mismo tiempo abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del estancamiento y la experimentación improvisada".
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