(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 12 FEB - "Me ha entristecido
mucho la noticia que llega de Nicaragua. Y aquí no puedo dejar
de recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, Rolando
Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de prisión",
afirmó hoy el Papa Francisco durante el Angelus.
Y evocó "también a las personas que fueron deportadas a
Estados Unidos, rezo por ellos y por todos los que sufren en esa
querida nación".
"Les pido vuestras oraciones. Pedimos también al Señor,
por intercesión de la Inmaculada Virgen María, que abra el
corazón de los dirigentes políticos y de todos los ciudadanos a
la búsqueda sincera de la paz que nace de la verdad, la
justicia, la libertad y por el amor. Y se alcanza mediante el
ejercicio paciente del diálogo. Oremos juntos a la Virgen",
invitó Francisco en su llamamiento por Nicaragua.
El obispo de Matagalpa y administrador apostólico de
Estelí, monseñor Rolando José Alvarez Lagos, fue condenado el
viernes pasado a 26 años y 4 de meses de prisión tras ser
declarado culpable por delitos considerados "traición a la
patria" y fue despojado de su nacionalidad.
Alvarez se negó a salir de Nicaragua para exiliarse en los
Estados Unidos. Por ello, un tribunal lo condenó, al día
siguiente de negarse a abordar un avión junto a otras 222
personas, sacerdotes, seminaristas, opositores políticos o
simples críticos del régimen.
Una sentencia leída por un juez de la Corte de Apelaciones
calificó a monseñor Álvarez, de "traidor a la patria"
condenándolo a permanecer en prisión hasta 2049.
El obispo de Matagalpa está acusado de "conspiración para
atentar contra la integridad nacional y la propagación de
noticias falsas a través de las tecnologías de la información y
la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad
nicaragüenses". Se suponía que el juicio comenzaría el 15 de
febrero, pero la sentencia llegó antes.
Además del obispo, otros dos sacerdotes, Manuel García y
José Urbina, del clero de la diócesis de Granada, siguen
recluidos en las cárceles de Nicaragua. En tanto, otros cinco
sacerdotes, un diácono y dos seminaristas acusados de
"conspiración" y condenados a diez años de prisión ya han
llegado a Estados Unidos, donde deberán obtener un permiso de
residencia por un período inicial de dos años.
Ante la situación en Nicaragua, diversos episcopados del
mundo han reaccionado con preocupación y solidaridad ante la
situación de los ciudadanos y de la Iglesia Católica en ese
país.
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano
(Celam), monseñor Miguel Cabrejos, a través de un mensaje
oficial, alertó sobre el detrimento de los derechos de los
fieles católicos, y manifestó su "solidaridad, cercanía y
oración con y por el Pueblo de Dios y sus pastores". "Desde la
fe nos reconfortan las palabras del Evangelio: 'Dichosos los
perseguidos por vivir conforme al plan de Dios, porque de ellos
es el Reino de los cielos'", expresó según lo reproduce Vatican
News.
Cabrejos, que también es Arzobispo de Trujillo y
presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, informó que, en
el contexto de la Asamblea Regional de Centroamérica-México de
la Fase Continental del Sínodo, se celebrará una eucaristía en
la Catedral de San Salvador, donde se encuentran los restos de
San Oscar Arnulfo Romero, en la que se pedirá por las
intenciones de la Iglesia de Nicaragua.
En Chile, los obispos reaccionaron ante la sentencia contra
Alvarez, calificándola de "injusta, arbitraria y
desproporcionada". "Como obispos de Chile, lamentamos y
rechazamos la situación que vive el obispo Álvarez y la Iglesia
en Nicaragua, que atenta contra los derechos humanos, la
dignidad esencial de la persona y la libertad religiosa",
expresaron por medio de una declaración difundida por la
Conferencia Episcopal chilena.
Por medio de su sitio web, los obispos españoles también
emitieron una declaración expresando su dolor y preocupación por
"los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua que sufren
persecución por parte del gobierno del país por la defensa de la
libertad de los nicaragüenses". (ANSA).
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