El secretario personal de Benedicto XVI reveló que el Papa emérito quedó muy triste cuando Francisco restringió las misas en latín.
En una entrevista concedida al semanario católico alemán Die Tagespost, el arzobispo Georg Ganswein, que acompañó a Joseph Ratzinger durante todo su pontificado y tras su dimisión, afirmó que el motu proprio "Traditionis custodes" ("Guardianes de la tradición"), publicado en 2021, fue un "punto de inflexión".
"Creo que el Papa Benedicto leyó este motu proprio con dolor en su corazón", dijo el secretario privado del Papa emérito.
El documento en cuestión revocó una autorización dada por Benedicto XVI en 2007 para que los sacerdotes celebraran misas en la forma anterior al Concilio Vaticano II, es decir, en latín y de espaldas a los fieles.
Con su motu proprio, Francisco dictaminó que los sacerdotes deben solicitar el permiso de sus obispos para celebrar misas en el rito antiguo, lo que generó críticas de las alas ultraconservadoras del clero. El objetivo de Jorge Bergoglio era contener las divisiones en la Iglesia Católica.
Fue precisamente en un discurso en latín, el 11 de febrero de 2013, que Benedicto XVI anunció su renuncia al mando de la Iglesia católica, un hecho sin precedentes en casi 600 años.
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