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Ley anti-migrantes bloqueada, golpe a eje CDU-AfD

Sconfitta per Merz. Weidel tuona: 'Solo con noi la vera svolta'

BERLINO, 31 enero 2025, 16:55

Redaccion ANSA

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© ANSA/EPA

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Alemania arde políticamente desde hace una semana, pero por ahora el fuego está extinguido.
    Friedrich Merz pagó con una solemne bofetada el riesgo de abrirse paso hacia la extrema derecha en el Parlamento, tres semanas antes de las elecciones en Alemania.
    El proyecto de ley sobre la represión de los inmigrantes, promovido por el líder y candidato a canciller de la CDU (Unión Demócrata Cristiana), fue sorprendentemente rechazado hoy en el Bundestag (Cámara Baja del parlamento) en Berlín. Se evitó así un resultado que al final era temido por todos, probablemente incluso por el promotor de una iniciativa política cuanto menos cuestionable.
    Porque en la lectura de muchos, la aprobación de un texto jurídicamente vinculante gracias a los votos de la ultraderecha de Alice Weidel habría sido "un daño adicional", después de la primera moción aprobada el miércoles, en medio de gritos de júbilo de AfD (Alternativa para Alemania). El canciller Olaf Scholz lo califica como la caída histórica de un "tabú".
    Una sesión parlamentaria muy acalorada, dentro y fuera de la cámara -tres horas de interrupción de los trabajos fueron aprovechadas por los partidos para negociar también entre bastidores- tuvo un resultado nada previsible: 338 votos a favor, 349 en contra (según el recuento del Bundestag realizado por la tarde) y 5 abstenciones devolvieron al cajón las normas que habrían impuesto un endurecimiento del régimen de inmigración.
    Las nuevas reglas incluían, por ejemplo, un bloqueo a las reunificaciones familiares para quienes habían obtenido derecho a protección, pero no al asilo; y la ampliación de los poderes de la policía federal.
    La represión se produjo tras la indignación por otro ataque con cuchillo por parte de un hombre afgano que mató a un niño de dos años y a un hombre que intervino para salvar a los niños de un grupo de una guardería en el parque de Aschaffenburg, Baviera.
    ¿De quién es la culpa, o el mérito de haber detenido la aprobación impulsada por los conservadores y apoyada por los liberales, BSW (Alianza Sahra Wagenknecht, de izquierda) y AfD? Además del no muy firme bloqueo de SPD (Partido Socialdemócrata) y de los Verdes, en el momento de la votación estuvieron ausentes doce parlamentarios de la Unión CDU-CSU y hasta 16 liberales (dos de ellos votaron en contra y cinco se abstuvieron).
    Y no se puede descartar por completo que la rebelión haya sido impulsada por la tormenta desatada por el primer caso de colaboración con Alterativa, hace dos días, en el Bundestag.
    Mucho menos contenta que entonces, Alice Weidel declaró inmediatamente después: "Un verdadero punto de inflexión en materia de inmigración solo es posible con la AfD. Lo que hemos visto hoy es la implosión de un partido conservador. Friedrich Merz había saltado como un tigre y aterrizó suave sobre una colchoneta", añadió venenosamente.
    Los socialdemócratas también siguen intentando sacar el máximo partido del error del candidato favorito en las encuestas: "Merz ha fracasado dos veces hoy. En su búsqueda de un camino hacia la AfD. Y en su búsqueda de una mayoría. Los ciudadanos deben decidir si quieren un canciller así en tiempos tan difíciles", comentó el líder del grupo, Rolf Muetzenich.
    En su discurso ante el Bundestag, fue aún más duro: "El pecado permanece, pero juntos aún podemos cerrar las puertas del infierno".
    Por su parte, Merz se mostró tranquilo ante la prensa: "Me siento fortalecido. Lamento que el cambio sobre el asilo no haya tenido éxito, pero este resultado aclara dónde estamos", explicó ante la compacidad de los conservadores. "¿Dónde están y dónde se paran los socialdemócratas y los verdes?", continuó.
    "Ha sido una semana muy animada, pero el parlamentarismo alemán es el ganador", sostuvo Merz.
    Con apenas una docena de ausentes, la Unión de Merz (de 196 diputados) ha resistido efectivamente: un hecho importante después de las críticas que recibió ayer de Angela Merkel, quien dijo públicamente que era "incorrecto" abrirse a una colaboración con la extrema derecha. Pero la ex canciller parece ser cada vez más escuchada precisamente entre sus oponentes: como lo demuestra el hecho de que su biografía estuvo a la vista en el Parlamento, en los escaños de Olaf Scholz y Robert Habeck.
   
   

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