El ataque llegó desde Moscú el mismo día en que Vladimir Putin lanzó las señales más conciliadoras y explícitas para la apertura de negociaciones con Donald Trump, diciendo que estaba dispuesto a reunirse con él para hablar de todo.
En sus respuestas a las preguntas enviadas por escrito por los periodistas antes de una conferencia de prensa celebrada por el ministro Sergei Lavrov el 14 de enero, el ministerio de Asuntos Exteriores descartó cualquier papel de mediador al que el gobierno de Giorgia Meloni pudiera aspirar (asumiendo que lo quisiera) basándose en la estrecha relaciones que está construyendo con Trump.
"Teniendo en cuenta la posición antirrusa adoptada por Italia -dice la diplomacia de Moscú- no la consideramos como un posible participante en el proceso de paz. Por no hablar de la de un defensor de los intereses de Rusia en la UE, lo que suena francamente ridículo dadas las circunstancias actuales".
El mensaje es claro: Moscú no necesita mediadores, especialmente en la Unión Europea, ahora que se está abriendo un canal directo de diálogo, sobre Ucrania y más allá, con la nueva administración estadounidense.
Algunos observadores creen que los contactos entre ambos equipos ya están en marcha. Tanto es así que Putin dijo que estaba abierto a una cumbre en persona.
"Deberíamos reunirnos y tener una conversación tranquila sobre todos los temas de interés bilateral", propuso el presidente en una entrevista con el conocido periodista de televisión Pavel Zarubin.
El jefe del Kremlin fue incluso más allá, hablando de las relaciones con el magnate que siempre se han basado en el pragmatismo y la confianza, y elogiando su "inteligencia".
Y no solo eso: Putin coincidió con Trump en que si él hubiera estado en la Casa Blanca en 2022, quizá el conflicto en Ucrania no habría estallado. Pero en ese momento, Trump no dirigía Estados Unidos porque, según dijo el presidente ruso, le habían "robado" las elecciones de 2020.
Las ofertas de Putin, por cierto, llegaron apenas horas después de que Trump lanzara una dura crítica a Volodymyr Zelensky en una entrevista con Fox. El presidente ucraniano "no es un ángel", afirmó el inquilino de la Casa Blanca, y opinó que "no debería haber permitido que esta guerra ocurriera" y recordó con insistencia los "miles de millones de dólares" gastados hasta ahora por Estados Unidos para apoyar a Ucrania.
Si a esto le sumamos el hecho de que Putin ha vuelto a sugerir excluir a Zelenski de las negociaciones -considerado "ilegítimo" tras la expiración oficial de su mandato el pasado mes de mayo- es suficiente para hacer sonar más de una señal de alarma.
"Quiere negociar el destino de Europa sin Europa y quiere hablar de Ucrania sin Ucrania", declaró en Telegram el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak. "Eso no va a suceder. Putin debe volver a la realidad, de lo contrario será derrotado. Así no funcionan las cosas en el mundo moderno", sentenció.
Además, Trump no ha sido muy amable con Rusia hasta ahora, aunque él también espera poder reunirse con Putin. En la entrevista con Fox, el presidente estadounidense volvió a amenazar con sanciones contra Moscú para inducirle a poner fin al conflicto.
Y luego relanzó su llamado a la OPEP para colaborar para bajar el precio del petróleo aumentando la producción. Una caída de los precios del petróleo, según Trump, podría "detener la tragedia en Ucrania" porque reduciría los ingresos de Rusia, que es un importante exportador.
"No, el conflicto no depende de los precios del petróleo", respondió el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
"Este conflicto se produce debido a la amenaza a la seguridad nacional de la Federación Rusa", dijo el vocero de Putin. "Y debido a la falta de voluntad y el rechazo total de los estadounidenses y los europeos a escuchar las preocupaciones rusas", amplió.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Aleksandr Grushko, destacó que un "elemento clave" para una paz negociada es que Kiev no se una a la OTAN.
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