Así se desprende de los datos de la Comisión Electoral tras el recuento del 80 por ciento de los votos.
Su rival, Dragan Primorac, candidato de los conservadores liderados por el primer ministro, Andrej Plenković, quedó muy por detrás, con un decepcionante 26%.
Milanović pudo asegurar esta victoria plebiscitaria gracias al apoyo de todos los partidos de centro y centroizquierda y a sus constantes y fuertes críticas al gobierno conservador, a menudo también con insultos verbales lanzados contra el primer ministro Plenković y sus ministros, especialmente por los numerosos escándalos de corrupción y clientelismo político.
También recibió muchos votos de los electores de derecha, que ven con buenos ojos sus posiciones soberanistas, críticas con la Unión Europea y la OTAN.
"Mientras yo sea presidente, ningún soldado croata irá a la guerra por los intereses de otros", declaró durante su campaña electoral, recordando que había condenado la agresión rusa contra Ucrania desde el primer día, pero también había criticado la línea de apoyo militar a Ucrania, la OTAN, sin perspectivas de negociaciones.
Milanović, que lleva casi 30 años en política y fue primer ministro socialdemócrata entre 2011 y 2015, se ha comportado a menudo como un líder de facto de la oposición, a pesar de que la Constitución define el cargo de Presidente de la República como imparcial y super partes, garante del regular funcionamiento de las instituciones.
Milanović sale reforzado de estas elecciones, con el apoyo de tres cuartas partes del electorado y con una legitimidad plenamente renovada. Es de esperar, pues, que la difícil convivencia entre los dos principales cargos políticos del país y la rivalidad entre Milanović y Plenković sigan dominando la escena política croata.
Estaba claro que Dragan Primorac tenía pocas posibilidades, pero pocos habían pronosticado una derrota tan clara, casi humillante, para el candidato oficialista.
El pobre resultado de Primorac es también un mensaje de los electores al Gobierno y al propio primer ministro Plenkovic, a quien Milanović ha criticado en varias ocasiones por llevar a cabo una "política servil" hacia Bruselas y las principales cancillerías occidentales.
Estas elecciones marcan también el final de un intenso periodo político en Croacia, que en menos de un año ha celebrado tres importantes rondas: las elecciones políticas en abril, las elecciones europeas en junio y las elecciones presidenciales.
Independientemente de los resultados, en esencia poco o nada cambió y Croacia comienza 2025 con la misma mayoría parlamentaria de centroderecha que hace un año, con un gobierno dirigido por Plenković desde hace nueve años, con otros tres por delante y con Milanović reconfirmado a la Presidencia de la República por otros cinco años.
La participación electoral hoy fue baja, un 44% de los 3,7 millones de votantes elegibles, un 10% menos que hace cinco años.
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