"Este sucio racista murió", se leía en un cartel colocado entre la multitud de varios cientos de personas reunidas esta tarde en París en la Plaza de la Republica.
Entre cánticos y consignas, mientras algunos jóvenes subían al monumento en el centro de la plaza, el de los "jóvenes al Frente Nacional".
También se lanzaron cohetes y bombas de humo en Lyon, donde se reunieron al menos 600 personas.
Para el Ministro del Interior, Bruno Retailleau, "nada, absolutamente nada, justifica bailar sobre un cadáver".
"La muerte de un hombre, incluso de un opositor político, debe inspirar moderación y dignidad. Estas escenas de júbilo son simplemente vergonzosas", resaltó.
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