El tema, básicamente, es el de la interferencia en asuntos internos de un país soberano. "Nuestra decisión, es una posición política, es de no alimentar ulteriormente el debate", precisó la portavoz del ejecutivo UE.
Un refinamiento, si se compara con las andanadas que llegan desde varias capitales europeas y desde ciertos partidos políticos. Pero quizás también sea un acto necesario, dado que la Comisión es la guardiana de la Ley de Servicios Digitales (DSA), el paquete legislativo que regula las grandes plataformas. El ex Twitter (ahora X), de hecho, todavía está bajo investigación.
El ejecutivo encendió los reflectores ya un año atrás sobre X por posibles violaciones del DSA que podrían comportar la suspensión del servicio o multas de hasta el 6% del facturado.
Si bien después los disparos de Musk existe ahora quien pide un enfoque más muscular y menos expectante.
"Detengamos la amenaza de Musk a la democracia! Condenamos firmemente su creciente injerencia en la política europea a través de X. Es hora de aplicar el DSA contra la manipulación de las plataformas para salvaguardar elecciones correctas", exhorta Renew Europe mediante su presidenta, Valérie Hayer.
La realidad es que sirven tiempos técnicos y el margen de error, para la Comisión, no puede ser más que cero. "Estamos trabajando lo más velozmente posible para recoger información", aseguró Thomas Regnier, que se ocupa del sector tecnológico en el pool de los voceros.
"Debemos estar seguros que nuestra posición está bien justificada antes de tomar medidas, si alguna vez las tomamos", explicó, y subrayó que la UE tiene, de cualquier modo, "un cierto arsenal legal" a su disposición para hacer que X y las otras plataformas "respeten" las reglas europeas.
Y no por casualidad Meta, al anunciar el fin del programa fact-checking en Estados Unidos, precisó que en Europa "por ahora" continuará. El nudo más espinoso es el del algoritmo. O bien cómo X impulsa o no impulsa ciertos contenidos.
Y sobre este punto es que se concentran los análisis de los técnicos de la Comisión -unas 150 personas trabajan en planta estable para la aplicación del DSA- y si hay un enfrentamiento verdadero con la plataforma pasará probablemente desde aquí.
¿La confirmación? En el streaming con la líder de Alternative für Deutschland (AFD), Alice Weidel, la Comisión monitoreará de cerca verdaderamente cómo se comportará el algoritmo.
Al margen de todo, la Comisión también precisó que nadie en su seno, "está pensando en suspender X" o incluso boicotearlo, dado que es ampliamente utilizado para comunicarse por el propio ejecutivo de la UE y sus comisarios. En definitiva, la línea en estos momentos es la de la prudencia.
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