El hecho de que África desarrolle su economía contribuye a la estabilidad del mundo y de la zona mediterránea y, además de reducir la pobreza, puede mitigar "la inevitable presión migratoria que está que se avecina en los próximos años": el gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, parte de esta premisa para proponer a los bancos centrales un papel más activo en el continente.
La propuesta de Panetta incluye una asociación con el Banco Mundial en el desarrollo de una infraestructura clave para la economía de los próximos años: la de los pagos digitales.
En una conferencia organizada en el Palacio Koch, sede de la banca nacional italiana, Panetta recibió al presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, a los gobernadores de los bancos centrales de Zambia y de Sudáfrica (en relación con los desafíos de África "que nos conciernen a todos", según sentenció.
El gobierno italiano estuvo presente con el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, mientras la primera ministra, Giorgia Meloni, envió un mensaje recordando los compromisos asumidos en el seno del G7. El ministro subrayó que "África es una prioridad geográfica absoluta para Italia", "como lo demuestra el lanzamiento del Plan Mattei, que introduce un nuevo modelo de asociación con los países basado en la cooperación igualitaria, los intereses compartidos y el beneficio mutuo".
Por ello proyectos sobre infraestructuras básicas: energía sostenible, agua, formación que nuestro país también apoya en el marco de los del Banco Mundial y que, como Italia tiene una carta que jugar gracias también a la sede del Banco Mundial abierta en Roma y a su posición en la gobernanza de la institución (la Via Nazionale participa en el consejo de administración) y, como espera la premier Meloni, deben ser "financiados adecuadamente".
Y sería un nuevo paso en una larga relación dado el papel desempeñado por el Banco Mundial en la reconstrucción de la Italia de la posguerra a través de la Cassa del Mezzogiorno. A estos planes se suma el proyecto de infraestructura digital.
Es que en África, el uso de efectivo trasciende en gran medida las fronteras y numerosas monedas diferentes, por lo que puede y debe pasar rápidamente a un sistema de pagos inmateriales, avanzando así rápidamente por todo el continente.
Cada vez más en el centro de los intereses de China y Rusia, que pretenden reducir la presencia europea y estadounidense, se está poniendo al día: según datos de McKinsey, en 2025 el mercado de pagos alcanzará los 40 mil millones de dólares con un aumento anual del 20% frente al 7% a nivel mundial.
Una tendencia que debe ser apoyada, señala Panetta, también para fomentar el comercio dentro y fuera del continente, ahora agobiado por los costes del efectivo y las dificultades de los pagos internacionales. Por lo tanto, el Banco de Italia (y el Eurosistema del BCE) tienen la intención de poner a disposición su experiencia, que ha crecido en los últimos años a través del sistema de pagos mayoristas T2 y el sistema de pagos instantáneos Tips, además del proyecto del euro digital liderado por Panetta y ahora por Piero Cipollone, influyente funcionario del BCE
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