Mazón alertó a la ciudadanía a través del celular de las lluvias cuando en las localidades afectadas el agua ya llegaba hasta los dos metros.
El presidente valenciano estuvo ausente durante seis horas, sin poder ser localizado, el pasado 29 de octubre, cuando comenzaba a haber inundaciones en algunas localidades y mientras se reunía el comité de emergencias de Valencia.
El misterio sobre qué hizo en esas seis horas fue desvelado hoy por fuentes de su gobierno: estuvo comiendo en un restaurante con una periodista, Maribel Vilaplana, a quien le ofreció la dirección de la televisión regional, À punt, que ella rechazó.
Ese día la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del gobierno central, había lanzado por la mañana, igual que el día anterior, una alerta meteorológica.
Pero Mazón no avisó a toda la población a través del celular hasta ocho horas después de que las lluvias torrenciales comenzarán, cuando el agua ya subía dos metros en localidades como Paiporta o Aldaia, según se quejaron los vecinos.
No solo eso, sino que por la mañana hizo unas declaraciones en las que aseguró que "el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca en estos momentos, por lo que se espera que en torno a las 18 horas disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunidad Valenciana".
Esta intervención, subida a las redes sociales, fue borrada posteriormente.
Ante las alertas que se iban recibiendo por parte de alcaldes de varios municipios, algunos de los cuales suspenden las clases en los colegios, la consejera de Interior del gobierno de Mazón convocó una reunión del órgano de coordinación de emergencias.
Pero Mazón no acudió por estar en "una comida de trabajo", según dijo, sin desvelar ni donde, ni con quién ni el motivo, y aseguró haber estado "comunicado todo el rato personalmente con todo lo que ocurría".
Mientras se celebraba la reunión de emergencias, el caudal del barranco del Poyo, cuyo desbordamiento provocó la muerte en las localidades cercanas, se disparó hasta los 1.686 metros cúbicos por segundo.
Mazón acudió a la reunión dos horas después de su inicio, cuando el barranco ya estaba desbordado.
En esa reunión se decidió mandar el mensaje a los celulares de la población.
La consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, admitió ayer que hasta el momento en que se envió el aviso a la población a través del celular desconocía la existencia de este sistema.
Además de por la tardanza en avisar la población, la gestión de Mazón también es cuestionada por no pedir a tiempo recursos al Estado para paliar las consecuencias.
El premier, Pedro Sánchez, dijo que estaba preparado para enviar a las Fuerzas Armadas pero que era Mazón quien tenía que pedirlo, lo que tardó en hacer varios días después de las lluvias.
El presidente del PP y líder de la oposición, Alberto Nuñez Feijóo, ya no defiende de forma tan cerrada a Mazón como lo hacía los primeros días de la tragedia.
Y dentro del PP hay voces muy críticas por la gestión de Mazón, según fuentes del partido.
Una manifestación recorrerá mañana el centro de Valencia exigiendo responsabilidades al presidente del gobierno regional por la gestión de las lluvias bajo el lema "Mazón, dimisión" convocada por entidades sociales, sindicatos y plataformas cívicas.
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