"No debemos descartar ninguna hipótesis a priori" siempre que sea "conforme al Derecho internacional", declaró, por la mañana, el francés Bruno Retailleau.
Una de las hipótesis que se planteó es la de "centros de repatriación" en terceros países, quizás en los Balcanes, en la línea del acuerdo Italia-Albania, citado abiertamente por el sueco Johan Forssell.
Además, las obras en el centro de Gjader acaban de concluir -un centro de detención de solicitantes de asilo (880 plazas), un CPR (144 plazas) y un centro penitenciario (20 plazas)- y dentro de una semana, al finalizar las pruebas, las puertas se abrirán.
"Sobre las soluciones innovadoras para luchar contra la migración irregular - subrayó Forssell- llegó el momento de pasar de los debates a propuestas concretas para entender si se pueden poner en práctica o no".
Pero ése es exactamente el punto en el que, por el momento, los 27 se estancan.
"Se trata más que nada de ideas que circulan a nivel de expertos", señaló una fuente diplomática.
La cuestión podría ser abordada por los líderes en la cumbre de la UE de la próxima semana -donde se espera un intercambio "franco"- y, más específicamente, en el próximo Consejo del Interior en diciembre.
"No es una propuesta de la Comisión, no es una propuesta formal de nadie: en todo caso, hay un debate sobre cómo aumentar las repatriaciones y es importante que así sea", afirmó la comisaria del Interior, Ylva Johansson.
Aquí, el tema de las repatriaciones (sin soluciones creativas) es el verdadero tema que está ganando impulso.
En particular, a través de la revisión de la directiva de 2008, desarrollada en un mundo "radicalmente diferente".
Hay consenso al respecto y no es casualidad que la semana pasada los Países Bajos y Austria hicieran circular un documento oficioso, también apoyado por Francia y Alemania.
"Los Estados miembros y los Estados socios -según el documento- deben estar autorizados a llevar a cabo repatriaciones efectivas de inmigrantes en situación irregular en el pleno respeto de los derechos fundamentales y el nuevo marco legislativo debería hacer una interpretación amplia de la Tribunal de Justicia de la UE".
En la práctica, los procedimientos deben simplificarse y estandarizarse para tener un enfoque europeo único.
Y más rápido, especialmente cuando se trata de personas que se consideran "un riesgo para la seguridad".
"Quiero ser claro: los malos no pueden quedarse con nosotros, deben ser repatriados", dijo el ministro del Interior húngaro, Sandor Pinter.
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