La agencia Bloomberg fue la primera en hablar, citando fuentes cercanas a la OTAN, de un supuesto enfoque más flexible por parte de Zelensky al examinar las formas de ayudar a poner fin a la guerra.
Empero, en las últimas horas ha suscitado mucha atención y debate en Rusia un artículo del Corriere della Sera según el cual el mandatario ucraniano está dispuesto a un alto el fuego en la actual línea del frente, pero sin reconocer oficialmente los territorios ocupados por las tropas de Moscú. A cambio, le gustaría obtener garantías de seguridad de Estados Unidos y promesas de los países europeos conforme la rápida entrada de Ucrania en la UE.
Precisamente al responder a una pregunta sobre lo escrito por el diario italiano, el portavoz de la Presidencia rusa afirmó que Moscú no recibió ninguna señal en este sentido. "Hay mucha especulación y debate sobre este tema en los medios de comunicación, pero no se han formalizado iniciativas concretas al respecto", dijo Dmitry Peskov.
El propio Volodimir Zelensky, desde París, afirmó que el alto el fuego no es un tema de discusión con los aliados durante la gira europea. Y el asesor de la presidencia ucraniana, Mikhaylo Podolyak, puntualizó que no se puede discutir ninguna hipótesis de "territorio a cambio de garantías". "Sin la derrota de Rusia, no hay garantías de seguridad efectivas y nadie aceptará brindarlas", dijo Podolyak en una publicación en X.
"Dejemos de lado las ilusiones ilógicas y las expectativas injustificadas", añadió el asesor ucraniano.
Entre las otras hipótesis que circulan en los mediso para una solución diplomática existe aquella en base a la cual Kiev aceptaría ceder una parte de sus territorios a cambio de un ingreso a la OTAN.
Un escenario en la que los países occidentales se mostraron hasta ahora prudentes, visto que la pertenencia al Pacto Atlántico de un país en guerra comportaría la participación directa en el conflicto también de los otros miembros.
Un escenario alarmante evocado hoy incluso por el canciller hungaro, Peter Szijjarto. "Si Ucrania es aceptada como miembro de la OTAN en las actuales circunstancias, significaría el estallido de la Tercera Guerra Mundial, y nosotros estamos declarados contrarios a provocar un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN", aseveró el jefe de la diplomacia de Budapest, hablando con los periodistas al margen del Foro Internacional del Gas en San Petersburgo.
En esta atmósfera cargada de tensión el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció que el lunes próximo comenzarán maniobras de las fuerzas nucleares de la Alianza en Países Bajos y Bélgica, con la participación de unos sesenta vehículos y 2.000 militares de 13 países.
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