Por la mañana llegó incluso a "no excluir" a la candidata del Nuevo Frente Popular, Lucie Castets, de la posibilidad de ser nominada primera ministra. Pero por la tarde, los republicanos y gran parte de su propia coalición lo bloquearon: "Ningún gobierno con La Francia Insumisa (LFI) o habrá una moción de censura en su primera aparición en el Parlamento".
Por la mañana, la izquierda calificó las conversaciones de constructivas, lo que ya es, tras meses de falta de comunicación, una señal positiva. Sobre todo porque los socialistas, los ecologistas, los comunistas e incluso los de Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, apreciaron la promesa de Macron de un "cambio de rumbo", un "punto de inflexión" con respecto a la política llevada a cabo en los últimos siete años por el presidente y su gobierno.
En total había 12 representantes del Nuevo Frente Popular, con un solo Emmanuel Macron al frente. Según los informes, el presidente habló largamente con Lucie Castets, alta responsable de Finanzas de la ciudad de París, que hasta ahora es la única figura propuesta conjuntamente por la izquierda al presidente del Elíseo, unas horas después del inicio de los Juegos Olímpicos, el 26 de julio.
Macron consideró entonces la propuesta inadmisible, pero hoy el presidente se mostró decididamente más dispuesto a discutirla. "Estoy aquí para escuchar mi prioridad es la estabilidad institucional", dijo el mandatario.
Hubo muchas preguntas y observaciones entre Macron y Castets, quien como candidata a primer ministro era la portavoz de la izquierda. Los presentes informaron que en cierto momento, después de preguntar cuáles eran las orientaciones del Frente Popular para un gobierno, Macron formuló la pregunta crucial: "Habrá también representantes de La Francia Insumisa?". La respuesta fue "sí". Y el presidente entendió que con esa declaración se detendría el avance en el diálogo.
Los representantes de la izquierda salieron bastante satisfechos, con excepción de algunos que cuestionaron la pretensión de Macron de "seleccionar" ministros de izquierda entre los candidatos. Todo el mundo tenía la impresión de que el nombramiento del Primer Ministro sería "rápido". Cuando por la tarde les llegó el turno a los republicanos y al campo "macronista", la situación se volvió más rígida.
La gran mayoría de estos partidos han advertido al presidenta: un posible nombramiento de Castets, propuesto por el Nuevo Frente Popular, no aportaría en absoluto la estabilidad necesaria, ya que su gobierno se vería inmediatamente "inflado" por una moción de censura. Gabriel Attal, primer ministro que se ocupa únicamente de los asuntos de actualidad, insistió en su preferencia por "un pacto de acción para los franceses", una especie de coalición sobre un proyecto limitado, que excluye, sin embargo, a los extremos, la Rassemblement National y el LFI.
De hecho, al final Macron había vuelto a su posición inicial, lo que excluía un posible nombramiento de Castets.
Mañana, segundo día de negociaciones, que finalizarán el lunes. Si no hay nombramiento de primer ministro, se comenzará de nuevo con una nueva ronda de reuniones a partir del martes.
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