"El ataque, ocurrido tras del regreso de Alexei Navalny a Rusia, aceleró una espiral de medidas por motivos políticos en su contra, que llevaron a su muerte prematura, aún no completamente investigada y esclarecida, en una colonia penitenciaria bajo un régimen rígido en febrero de este año", añadió el comunicado de Bruselas.
Y amplió: "La responsabilidad final de la muerte de Alexei Navalny recae en el presidente Vladimir Putin y las autoridades rusas, que lo encarcelaron por cargos de motivación política y llevaron a cabo una campaña de constante intimidación y malos tratos contra él mientras estuvo tras las rejas".
"Junto con sus socios, la Unión Europea seguirá reiterando su llamamiento a Rusia para que investigue el ataque contra Alexei Navalny con total transparencia y sin más demora, y para que coopere plenamente con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas para garantizar una investigación internacional imparcial", amplió el comunicado.
"La trágica muerte de Navalny no exime a la Federación Rusa de la obligación de dar respuestas a las preguntas planteadas por la Convención sobre Armas Químicas. No escatimaremos esfuerzos para exigir responsabilidades a los dirigentes políticos y a las autoridades rusas por el trato dado a Alexei Navalny y a otros presos políticos", concluye la nota.
El 20 de agosto de 2020, Navalny fue hospitalizado inconsciente en estado grave e ingresado en cuidados intensivos en el hospital de Omsk en Siberia. Su portavoz denunció que había sido "envenenado, intoxicado".
El viernes 21 de agosto, un avión sanitario salió de Alemania hacia Omsk para trasladar a Navalny a Berlín. Tras la negativa inicial de los médicos del hospital a que fuera trasladado, ese mismo día se estableció que el paciente estaba estable y se autorizó su traslado.
El lunes 24 de agosto, el Hospital Charité de Berlín confirmó en un comunicado que "la evidencia clínica sugeríe una intoxicación por una sustancia que pertenece al grupo de los inhibidores de la colinesterasa" y que su estado era "grave, pero no potencialmente mortal". El 2 de septiembre, el Gobierno federal de Alemania confirmó que las pruebas de toxicología llevadas a cabo por un laboratorio especializado del Ejército alemán eran "inequívocas" respecto del envenenamiento con el agente nervioso Novichok.
El 23 de septiembre, Navalny recibió el alta del hospital con optimismo en torno a su total recuperación. Su portavoz señaló que permanecería en Alemania porque el tratamiento todavía no había terminado.
En enero de 202, regresó a Rusia junto a su esposa tras permanecer cinco meses en Alemania después de su envenenamiento.
Navalny fue arrestado al cruzar el control de pasaportes, acusado de incumplir las condiciones de una condena previa por corrupción.
El 22 de marzo de 2022, fue declarado culpable por un tribunal ruso y condenado a una pena de nueve años por "fraude y desacato a tribunales rusos" en un juicio considerado como un fraude por numerosos países.
El 16 de febrero de 2024, el Servicio Federal Penitenciario de la Federación de Rusia informó de su muerte en la prisión IK-3 de Jarp, en Yamalia-Nenetsia,; un "centro correccional" conocido como Lobo Polar, por estar en las inmediaciones del círculo polar ártico.
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