Ursula von der Leyen se prepara para la semana que, salvo sorpresas dramáticas, debería llevarla nuevamente a la cabeza de la UE. la estrategia de inclusión parece haber dado frutos.
Frente a la trampa de los francotiradores en el PPE, Socialistas y Liberales, von der Leyen ha respondido ampliando el perímetro de la mayoría, con un giro hacia la implementación del Green Deal que ha convencido a los Verdes y ha abierto incluso un canal con la Izquierda.
A la presidenta designada de la Comisión solo le queda la reunión con los Conservadores, programada para el martes por la mañana. Es probable que en el encuentro Von der Leyen haga hincapié en uno de los temas más queridos por el ECR, la migración.
El objetivo de la exministra de Defensa alemana es encontrar puntos en común, no aliados estables. "No habrá cooperación estructural con el ECR", reiteró Von der Leyen al M5S durante la reunión con The Left.
Sin embargo, hay una negociación paralela que espera a la presidenta de la Comisión, con Giorgia Meloni. La esperada llamada entre ambas ha sido confirmada nuevamente por fuentes europeas. No está claro si tendrá lugar antes del encuentro entre Von der Leyen y el grupo. Y no está claro si llevará a una posición oficial de Hermanos de Italia favorable a Von der Leyen.
De hecho, en los pasillos del Parlamento Europeo hay quienes están dispuestos a apostar que, al final, los melonianos se abstendrán. En este momento, en ese grupo Ursula puede contar con el sí de los belgas de N-VA y los checos de ODS. El resto de la delegación -sin contar a FdI- podría votar en contra, aunque entre los polacos de PiS se filtra un inédito pragmatismo.
Otra cuestión es lo que sucederá en la votación secreta: en ese caso, en la decisión de cada eurodiputado o de la delegación, no solo contarán las prioridades del programa de los próximos cinco años. Contarán, de manera mucho más prosaica, las bancas.
Von der Leyen habló de su programa en la reunión con la Izquierda. El borrador de su intervención del jueves por la mañana consta de aproximadamente treinta páginas.
"Prosperidad, democracia y seguridad" serán los tres pilares. A la Izquierda, le aseguró querer mantener "el rumbo firme" hacia los objetivos de la transición ecológica para 2030 y 2050.
Y al mismo tiempo, trazó una línea divisoria entre el grupo de los Patriotas, el de Europa de las naciones soberanas y todos los demás. Con los primeros dos, liderados por Orbán, la Liga, Marine Le Pen y Afd, no habrá diálogo alguno. Con todos los demás, sí. "Si estamos unidos como UE, podemos superar montañas", subrayó, y señaló entre las fechas clave para el futuro de Europa también las elecciones estadounidenses de noviembre.
Durante sus reuniones, Von der Leyen ha diseñado sus intervenciones según el interlocutor. A todos les explicó que quiere crear un mercado único de defensa e instaurar un comisionado para el sector. Y prometió abordar el tema de la emergencia habitacional.
Además, destacó la gran atención que la Comisión prestará al sector agrícola, donde, explicó, es necesario un relevo generacional de todas formas.
La Izquierda concluyó la reunión manteniendo su 'no' para la votación del jueves, pero ciertamente no se levantarán barricadas. Los 53 votos de los Verdes, en cambio, para Ursula son casi seguros. Inmediatamente después, los Verdes pedirán que un documento escrito certifique su entrada en la mayoría.
Mucho podría depender también de cuán decisivos sean sus votos. Pero, según los últimos cálculos, esta vez podrían ser precisamente los ecologistas quienes salven a Von der Leyen.
Quien no necesitará ayuda es Roberta Metsola: mañana será nuevamente presidenta del Parlamento Europeo con una mayoría sólida.
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