Mientras tanto continúa en el partido el ajuste de cuentas por el fracaso: Gilles Pennelle, el estratega que había supervisado el plan para llegar al gobierno, fue despedido. Su elección de candidatos resultó infructuosa.
La investigación contra Le Pen se abrió el 2 de julio tras un informe de la autoridad encargada de controlar los gastos de campaña electoral de los candidatos, que deben permanecer por debajo de un límite preestablecido y que son parcialmente reembolsados ;;por el Estado. Se habían denunciado irregularidades, sobre las que ahora está trabajando un juez de instrucción.
Entre las hipótesis de delito se incluyen malversación en el ejercicio de funciones públicas, estafa y falsificación, según la Fiscalía.
En diciembre de 2022 el mismo organismo había ajustado el gasto por los trabajos de pintura de 12 autobuses arrendados con el símbolo del candidato y del partido, por un importe de 316.182 euros.
El gasto se consideró "irregular". Marine Le Pen apeló ante el Consejo Constitucional y luego renunció a la iniciativa.
La ex candidata presidencial, derrotada por Emmanuel Macron en la segunda vuelta, invirtió alrededor de 11,5 millones de euros en la campaña electoral, la tercera en la que perdió en la carrera por el Elíseo.
Ya en 2017 sus gastos habían resultado en algunas partidas irregulares.
El pasado junio, el Tribunal de Casación validó definitivamente la condena de Rassemblement National (RN - Agrupación Nacional) por las facturas infladas de los kits de campaña electoral utilizados por los candidatos de extrema derecha en las elecciones legislativas de 2012 y reembolsados ;;por el Estado.
Le Pen también está a la espera de juicio, junto con otras 24 personas y RN, en el proceso que la verá acusada a partir del 30 de septiembre de malversación de fondos europeos, en el caso de la remuneración de los asistentes de los eurodiputados entre 2004 y 2016.
"Mi cliente -dijo su abogado, Rodolphe Bosselut- nunca fue escuchada por cualquier concepto acerca de los hechos relacionados con estos cargos. Hoy es el blanco de una campaña mediática a la que ni siquiera puede responder, de la que no puede defenderse, visto que no se señalan imputaciones precisas para que pueda responder de manera detallada".
En tanto, en la agrupación política tras la derrota se ajustan cuentas. Y la selección de candidatos -entre los que durante la campaña electoral surgieron casos bastante sensacionales de racismo, conspiración o antisemitismo- fue señalada por muchos como el punto débil del RN.
Esto a pesar de que Pennelle, de 61 años, afiliado al entonces Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen desde 1987, repetía desde hacía meses que su "plan Matignon" estaba listo: "Basta con apretar el botón", afirmaba.
En cambio, decenas de candidatos resultaron no estar a la altura, en algunos casos impresentables debido a las opiniones expresadas.
Jordan Bardella, que soñaba con dirigir Matignon (la sede del primer ministro de gobirno), admitió estos últimos días que "en algunas circunscripciones, las decisiones que tomamos fueron equivocadas": tras recibir el mensaje, Pennelle no lo pensó dos veces y presentó su dimisión. Nadie lo detuvo, se aceptó la renuncia, el RN pasa página.
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