La "verdadera melancolía llegará el 2 de julio" cuando el nuevo gobierno neerlandés jure en La Haya y el Consejo Europeo, convertido casi en un "grupo de apoyo" cada vez que la politica doméstica llevaba consigo tormentas, realmente le faltará.
Después de catorce años en el poder en Países Bajos y alrededor de cien cumbres UE, para Mark Rutte es el tiempo de los saludos. De los ramilletes de rosas y flores de las tonalidades naranja recibidos como regalo por los líderes de su familia liberal.
Y de las exhortaciones a los otros 26 líderes a "no dividir a Europa". Pronto a hacer las cajas para mudarse de La Haya a Bruselas -igualmente no muy distante del barrio europeo- y tomar las riendas de la Alianza, el primer ministro neerlandés saliente y "sec gen" in pectore de la OTAN se sentó, por última vez en la mesa del Europa Building y pidió a los homólogos "mantener las cosas juntas".
"La UE es fundamental: no solamente para nuestro trabajo, para nuestras vidas y para el mercado, pero incluso en este mundo inestable. Debemos tener una Unión fuerte", remarcó el decano de los líderes que, en casi tres lustros pasados a dictar la línea "naranja" y se ganó en Europa la reputación de mediador.
Un mensaje de unidad acompañado de sentimientos íntimos expresados además en favor de aquellas telecámaras que en estos años lo hicieron sentir "como en Truman Show".
Las cúpulas UE y los colegas "me faltarán", a veces el Consejo Europeo fue para todos "un grupo de apoyo, donde poder dar un suspiro de alivio, preguntándose unos a otros '¿Cómo están?'", confió en neerlandés durante una rueda de prensa de veinte minutos con las banderas de los Veintisiete de fondo.
Poco antes de la cumbre aún la ex canciller Angela Merkel -quizá aún recordando su inolvidable despedida en octubre de 2021 tras el récord de imbatibilidad de ciento siete cumbres de la UE, también se propuso rendirle homenaje con un mensaje privado "muy preciado" para él.
El Harry Potter de la política neerlandesa -un sobrenombre que debe a sus gafas pequeñas redondas- no sabe cuál será el colega europeo que le faltará más.
Pero en pocos días, cuando su era de premier llegue al fin, será el tiempo de mirar "hacia atrás solo". Antes de un nuevo comienzo como jefe de la defensa euro-atlántica.
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