Una acción de consolidación y vinculación con la Alemania del canciller, Olaf Scholz, es extremadamente necesaria en un momento en el que la Unión Europea, según Macron, está amenazada por muchos "enemigos" externos, como Rusia. Pero también internamente, como los soberanistas, a pocos días de las elecciones europeas.
"Veo mucho más de lo que nos une y de nuestra capacidad para afrontar los desafíos actuales, que de los elementos que nos dividen. La relación franco-alemana es central para Europa, es el corazón y es necesaria para que Europa progrese". , subrayó Macron, que llegó a Alemania para pasar tres días en la primera visita "de Estado" de un presidente francés desde la de Jacques Chirac hace 24 años (de visitas "de trabajo" que, en cambio, fueron muchas).
Hay "suficientes pruebas de que, a pesar de los diferentes puntos de partida, al final estaremos de acuerdo", confirmó Steinmeier hablando públicamente con el presidente francés, el único jefe de Estado invitado en una ocasión solemne: el 75 aniversario de la Constitución alemana.
La "celebración de la democracia" que se desarrolla en Berlín, sin embargo, se produce en un momento dramático: después de reiterar que Europa "puede morir", como advirtió en su discurso en la Sorbona de abril pasado, Macron subrayó que "nunca hemos tenido tantos enemigos dentro y fuera" y por eso se necesita ir a votar a los partidos europeistas.
El llamamiento es a la cohesión proeuropea franco-alemana que se consolidó con el Tratado de Aquisgrán de 2019, pero que luego se vino abajo en cuestiones clave como el apoyo a Ucrania y la orientación de la política económica hacia los competidores, Estados Unidos y China: temas que se discutirá el martes en una reunión del gabinete franco-alemán en el castillo de Meseberg, la casa de huéspedes del gobierno federal al norte de Berlín.
Como anunció Macron en una rueda de prensa, mañana se firmarán acuerdos en Dresde, entre otros temas sobre "inteligencia artificial" y "protección del clima". Pero en Meseberg saldrán a la luz grandes cuestiones: Macron predica una mayor autonomía europea con su propia estrategia de defensa y la protección de la economía frente a la competencia desleal de China y Estados Unidos, mientras Scholz se mantiene fiel a su orientación transatlántica y a China, importante socio comercial de Alemania.
Y en el conflicto de Ucrania, el presidente francés sorprendió a Scholz con sus reflexiones sobre el envío de tropas terrestres, una medida bélica que el canciller rechaza categóricamente, al igual que el envío de misiles de crucero Taurus a Kiev que podrían afectar también a Rusia.
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