La campaña de Ursula von der Leyen partirá de Atenas, del Congreso de uno de los partidos que más la apoyó, Nea Democratia.
La presidenta de la Comisión Europea, elegida Spitzenkandidat por el PPE, iniciará el domingo su intento de reconfirmación en la capital griega.
Una carrera que, desde que se hizo oficial, se está volviendo cada vez más difícil, con la exministra de Defensa alemana en el punto de mira en varios aspectos.
En las últimas horas, además, hacen ruido sus últimos nombramientos: el del eurodiputado de la CDU Markus Pieper como enviado de la UE para las PYME y el de su equipo de campaña electoral, que dependerá de dos altos funcionarios de la Comisión: el jefe de Gabinete, Bjorn Seibert, y el director de Comunicación Política y Servicios Alexander Winterstein.
PieperGate, como se define el caso en la llamada burbuja de la UE, estalló hace unos días.
El eurodiputado del PPE fue propuesto por el comisario Johannes Hahn, de acuerdo con Von der Leyen, como enviado de la UE para las PYME. El tema es que, según informes filtrados en Bruselas, había tres candidatos.
Además de Pieper, también competían la eurodiputada checa de Renew, Martina Dlabajová, y Anna Stellinger, subdirectora general de Asuntos Internacionales de la Confindustria sueca.
Ambos, según el j'accuse dirigido a von der Leyen por más de un eurodiputado y por ONG de la sociedad civil, tenían requisitos más adecuados para ese papel.
La defensa del ejecutivo de la UE fue clara: Pieper, que asumirá el cargo el 16 de abril, contó con el apoyo del colegio de comisarios. Pero en una carta enviada a la presidencia del Palacio Berlymont, cuatro comisarios expresaron dudas sobre el procedimiento: Josep Borrell, Paolo Gentiloni, Nicolas Schmit y Thierry Breton.
No es sólo el nombramiento de Pieper, que podría acabar en la cámara del Parlamento Europeo, está provocando debate.
Von der Leyen eligió a su jefe de gabinete como coordinador de campaña. Se suspendió inmediatamente y se espera que retome sus funciones el 10 de junio, el día después de la votación.
Pero su nombramiento ha suscitado dudas en más de un órgano de prensa europeo.
"Lo que se ha hecho se ajusta a las normas vigentes para las elecciones europeas, que traducen un acuerdo político con el Parlamento", aclaró el portavoz Eric Mamer, reiterando que el presidente permanece en el cargo.
Sin embargo, sin despejar ninguna duda: von der Leyen no se postula para el Parlamento Europeo sino para la presidencia de la Comisión, cargo que muy probablemente se decidirá en septiembre.
Pero Seibert, en ese momento, debería haber regresado a su puesto durante más de dos meses. La extrema derecha y el grupo ID atacaron en primer lugar al presidente: "De von der Leyen espero respuestas concretas para los ciudadanos y los europeos, no favores para los amigos designados como enviados de la UE para las PYME", subrayó el viceprimer ministro de la Liga, Matteo Salvini.
La cuestión es que la tormenta sobre los nombramientos, para von der Leyen, se produce pocos días después del resurgimiento del Pfizergate y después de las numerosas diferencias sobre su confirmación que han surgido en los liberales, los socialistas y también en el PPE.
El propio ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, se mostró cauteloso con un "Von der Leyen-bis": "lo único seguro" es que la próxima Comisión estará dirigida por un miembro del PPE, subrayó.
En cualquier caso, Von der Leyen se marchará el domingo.
Pero en caso de que no tenga los números, se abrirá un juego muy delicado en Bruselas, en el que también podría verse el extitular del BCE y expremier italiano, Mario Draghi, en la carrera por los puestos más altos.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA