Una decisión anhelada por Sarajevo, que solicitó su adhesión en 2016, cuando la ampliación ocupaba el último lugar de las prioridades de Bruselas. Pero la invasión rusa de Ucrania ha alterado la agenda política y el tren de la integración europea ha vuelto a ponerse en marcha, a toda velocidad.
"Bosnia-Herzegovina ha avanzado más en un año que en la última década", elogió Ursula von der Leyen, que anunció el dictamen favorable de la Comisión durante su intervención en el Parlamento Europeo en Estrasburgo. "El mensaje es claro - añadió - y el nuestro también debe serlo: el futuro de Bosnia-Herzegovina está en nuestra Unión".
Se han producido avances considerables en las reformas "suspendidas durante mucho tiempo" realizadas por Sarajevo y destacadas en el informe del Palacio Berlaymont: desde la mejora del sistema judicial hasta la lucha contra la corrupción y el crimen organizado y la prevención de conflictos de intereses. Y de nuevo la gestión de la migración, con la aprobación del mandato para negociar un acuerdo sobre el estatuto de Frontex.
El informe fue solicitado por los líderes europeos en la cumbre de diciembre, cuando Ucrania y Moldavia recibieron luz verde para iniciar negociaciones. Prórroga, las solicitadas para Bosnia, que indican el retraso del país balcánico respecto a los dos Estados de Europa del Este, haciendo más incierto su camino europeo. Mientras tanto, Sarajevo está viviendo un día de celebración, con los líderes bosnios de los tres pueblos constituyentes, bosnios, croatas y serbios, inesperadamente unidos para brindar por la UE.
"Creo que todos los países miembros de la Unión darán luz verde a las negociaciones de adhesión, expresándose positivamente sobre todo lo que las instituciones de Bosnia-Herzegovina han hecho en estos meses de trabajo", afirmó el Presidente del Consejo de Ministros, Kristo Borjana, radiante.
Se espera el veredicto en la cumbre del 22 de marzo.
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